Desde el palco montado para los festejos y antes de su discurso, la presidenta Cristina Kirchner entregó los premios Azucena Villaflor, que cada año desde 2003 el gobierno nacional otorga en reconocimiento a quienes luchan por la defensa de los derechos humanos. Juan Gelman, Susana Trimarco, Edgardo Esteban, Axel Freyre y Víctor Hugo Morales fueron algunos de los distinguidos.

“En toda democracia es fundamental el respeto a los derechos humanos, por eso la Presidenta va a hacer entrega de los premios en reconocimiento a los argentinos que luchan porque los derechos humanos, la verdad y la justicia estén presentes”, señaló la locutora del acto a modo de introducción. La primera en ser convocada al centro del escenario fue la dramaturga Griselda Gambaro; luego subió el ex combatiente de Malvinas Edgardo Esteban. Autor del libro Iluminados por el fuego, que inspiró la película del mismo nombre dirigida por Tristán Bauer, Esteban –hoy periodista– fue reconocido porque su aporte permitió abordar aspectos silenciados de la guerra, como los estaqueamientos y malos tratos que sufrieron los soldados llevados a combatir a las islas.

En nombre de Juan Gelman recibió el premio su nieta Macarena. El poeta mandó un mensaje grabado en el que agradeció a todos los que contribuyeron a que pudiera encontrar a la joven, que había sido robada tras el secuestro de su madre, María Claudia García Iruretagoyena de Gelman. “Sigo profundamente agradecido al presidente Néstor Kirchner por haber terminado con la impunidad”, dijo Gelman en el video.

Alex Freyre fue acompañado por José María Di Bello, con quien se casó en Ushuaia en lo que fue la primera boda gay de América latina. El joven, premiado por su aporte al reconocimiento de los derechos del colectivo gay, lésbico, bisexual y transgénero, recibió la figura –una azucena blanca montada sobre un pie de madera– y le entregó a su vez a la Presidenta una banda roja que llevaba cruzada sobre el pecho, símbolo de la lucha contra el sida.

Víctor Hugo Morales fue el más aplaudido. Una verdadera ovación subió desde la Plaza cuando el periodista, distinguido por su defensa de la democracia en la Argentina y Uruguay, fue llamado al escenario. Lo había antecedido Susana Trimarco, la madre de Marita Verón, que tras el secuestro de su hija visibilizó las redes de trata de personas, lo que ha ayudado a rescatar a cientos de jóvenes obligadas a prostituirse. Para Trimarco, éste es un momento muy especial porque se espera que mañana, en Tucumán, el tribunal que juzga a trece personas por el secuestro y sometimiento a prostitución de su hija dicte un veredicto.

En nombre del fallecido ex secretario de Derechos Humanos Eduardo Luis Duhalde, recibieron el premio sus hijos Mariano, Santiago y Patricio. “Es representante de una generación que se dedicó en forma completa a la lucha popular. Libró esa batalla en todos los planos posibles”, lo recordó el texto del decreto por el que otorgaron los premios de este año.

Gambaro no fue la única representante del arte premiada; también recibieron un Azucena Villaflor el artista plástico León Ferrari y el músico y director Daniel Barenboim, que como reside fuera del país mandó un mensaje grabado. “Creo que los derechos humanos hoy son aún más imprescindibles que antes, porque muchas veces están en contradicción con intereses económicos o políticos”, sostuvo Barenboim. “En situaciones de conflicto, es absolutamente necesario tener una idea clara de cuáles son los derechos de cada uno; sólo de esa forma se puede llegar a un mínimo de justicia.”