La Cámara Federal de Casación Penal confirmó las condenas a prisión perpetua del ex general Reynaldo Benito Bignone y el ex comisario Luis Abelardo Patti por el secuestro y asesinato del ex diputado nacional justicialista Diego Muniz Barreto y del militante Gastón Gonçalvez, entre otros delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.

Las sentencias habían sido dictadas el 14 de abril del año pasado por el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín, que dio perpetua a Patti y Bignone, así como al ex agente de Inteligencia del Ejército Martín Rodríguez, y seis años al ex comisario de Escobar Juan Fernando Meneghini.

Con la decisión del máximo tribunal penal del país, quedó firme la primera condena recibida en su vida por Patti, que fue dos veces intendente de Escobar y llegó a estar a un paso de entrar en el Congreso Nacional como diputado electo, banca que finalmente no asumió por las denuncias sobre su rol como parte del terrorismo de Estado.

Los delitos por los que fue condenado fueron cometidos por Patti cuando era oficial subinspector de Escobar, cargo que ocupó desde el 4 de enero de 1972 hasta el 7 de marzo de 1977. El ex subcomisario fue encontrado “partícipe primario” de la privación ilegal de la libertad y asesinato del militante de la JP Gastón Gonçalvez, secuestrado en marzo de 1976. Patti lo trasladó de manera ilegal a un camión celular estacionado en los fondos de la comisaría. Goncalvez fue torturado. Días después fue fusilado de un balazo en la cabeza junto a otros tres secuestrados en un paraje conocido como El Cazador, a la vera del río Luján, donde se encontraron los cadáveres que fueron enterrados como NN en el cementerio local.

Los restos de Gonçalvez fueron identificados veinte años después por el Equipo Argentino de Antropología Forense, cuando Patti era intendente de Escobar.

En cuanto al ex diputado Muniz Barreto, en los alegatos se consideró probado que Patti lo detuvo ilegalmente junto a su entonces secretario (ya fallecido) Juan Fernández, en una carnicería de Escobar el 16 de febrero de 1977.

Muñiz Barreto tenía 43 años y tres hijos, había sido diputado nacional por el Frente Justicialista de Liberación Nacional entre 1973 y 1974. “Los obligó a ir a la dependencia policial utilizando el automóvil marca Fiat 128 que usaba Muñiz Barreto, que quedó semanas en la puerta de la comisaría donde ambos estuvieron secuestrados hasta ser llevados primero a Tigre y de allí al centro clandestino de detención que funcionaba en Campo de Mayo, donde se resolvió asesinarlos”, se recordó en los alegatos del juicio. Muñiz Barreto murió en un simulacro de accidente en Entre Ríos tras haber estado en el centro clandestino de detención de Campo de Mayo. Patti fue condenado además por la desaparición de otros dos jóvenes militantes de Escobar, cuyos restos no fueron encontrados, los hermanos Luis y Guillermo D’Amico.

La Sala II de Casación confirmó por otra parte las condenas a Bignone, Santiago Omar Riveros y Santiago Guañabens Perelló por los secuestros de operarios de la Mercedes-Benz. El fallo rescató la importancia del testimonio de la periodista Gabriela Weber sobre la vinculación que tuvo la empresa en las detenciones ilegales realizadas en sus dependencias.

Casación también confirmó la condena de prisión perpetua a Santiago Omar Riveros –ex comandante de Institutos Militares de Campo de Mayo– por la desaparición y muerte de Floreal Avellaneda, secuestrado cuando tenía 14 años. En esta causa, los camaristas anularon las absoluciones del entonces jefe de servicio de la comisaría de Villa Martelli, Alberto Angel Aneto, y de dos militares de Campo de Mayo, César Amadeo Fragni y Raúl Horacio Harsich, que habían sido inicialmente desvinculados de las torturas sufridas por el adolescente.