Característica particular del kirchnerismo la de la permanencia en los cargos, hay ministros próximos a cumplir una década en funciones. Luego de haber llegado al puesto siendo un dirigente poco conocido de Santa Fe, Agustín Rossi se prepara para ingresar a su octavo año como jefe del bloque del Frente para la Victoria, todo un record. “Me quedaría diez años más”, bromea. La permanencia le valió convertirse en una de las caras registradas del oficialismo y uno de sus voceros calificados. Así, adelanta que el fallo del juez Horacio Alfonso, que declaró la constitucionalidad de los dos artículos cuestionados de la ley de medios, en nada modifica la decisión del Gobierno de avanzar en una “democratización” de la Justicia. Y, respecto de 2015, sostiene que el liderazgo de Cristina Kirchner tiene origen en “una decisión del pueblo” y que “los que quieren construir liderazgos alternativos claramente se equivocan”. Al que le quepa el sayo...

Es raro que Rossi se quede un fin de semana en Buenos Aires. Nunca deja de volver a Santa Fe, donde viven su mujer, abogada, y sus dos hijos más chicos. Tiene otros dos, mayores, cursando posgrados en universidades de Europa. Pero esta vez el primer congreso federal de la Corriente Nacional de la Militancia, que se realizó el sábado en la ex ESMA, en el que fue uno de los oradores de fondo, lo hizo quedarse. El encuentro es en el Café de los Angelitos, a unas cuadras de su despacho en el Congreso, con tango de fondo y un cuadro de Carlos Gardel presidiendo el salón.

Con su experiencia a cuestas, Rossi asegura que el año legislativo que termina fue bueno. “Los principales debates de la Argentina se expresaron en el Parlamento”, comenta, una realidad que, añade, se potenció a partir de la discusión por la 125. De este año rescata como punto alto la nacionalización de YPF. “Una sesión histórica”, recuerda. Aquella vez lució en su solapa un pin con el viejo logo de la empresa. “Hablaron todos, duró dos días”, agrega. Pero también destaca el límite a la extranjerización de las tierras, el proyecto que declaró de interés público la pasta de celulosa para los diarios, el estatuto del peón rural, las modificaciones a la Carta Orgánica del Banco Central y del mercado de capitales, entre otros. Por cierto, enumerado así parece bastante.

Pero todavía queda hilo en el carretel. Para empezar, la sesión extraordinaria para discutir la modificación a la ley de Trata, consecuencia directa del escandaloso fallo absolutorio en el caso Marita Verón. Rossi rescata que el Congreso ya aprobó la ley de Trata en 2008 y que, gracias a eso, pudieron ser rescatadas 3900 mujeres víctimas de este delito. Las organizaciones que trabajan en el tema siempre criticaron el proyecto original porque establecía que el consentimiento de una mujer mayor de edad eximía de responsabilidad al supuesto victimario. Eso cambiará con la modificación que esperan aprobar este miércoles. Emparentado también con este caso, y con los tejes y manejes de la ley de medios, está el de debate abierto sobre la Justicia que –todo indicaría– también pasará en parte por el Congreso.

Rossi sostiene que el fallo del viernes del juez Alfonso no cambia la cuestión. “Es una buena noticia, porque tanto el pronunciamiento del fiscal como el del juez avalaron la constitucionalidad de los dos artículos, como venimos diciendo desde hace tres años y dos meses”, responde, pero agrega que hay fallos de la Justicia que no sólo afectan decisiones de los poderes Ejecutivo y Judicial sino también a todos los argentinos como en el caso de Marita Verón o en el de la tragedia de Ecos, que tramita en Santa Fe, a punto de quedar impune porque el juez “se olvidó” de indagar al chofer del micro y único acusado. “Con este debate tendremos una democracia más plena y un mejor servicio de Justicia. Nadie puede estar arriba de un pedestal. En este país, de la Presidenta para abajo todos pueden ser interpelados, ¿por qué los jueces no?”, se pregunta. Hubo kirchneristas que plantearon que para llevar adelante algunos cambios en la Justicia –por ejemplo, que los mandatos de los jueces sean por un tiempo determinado– sería necesario modificar la Constitución Nacional. La oposición lo consideró una maniobra para habilitar la re-reelección. “Hay muchas cosas que se pueden cambiar sin necesidad de reformar la Constitución, para mí plantear eso es contaminar el debate y hacerles el juego a los que no quieren modificar nada”, define.

Aseguran que en esta esquina de Rivadavia y Rincón se juntaban a principios de 1900 compadritos y malandras y se retaban a duelos verbales payadores famosos como Gabino Ezeiza y José Betinotti. Convertido en referencia histórica, el bus turístico amarillo se detiene unos segundos frente a las vidrieras del café, los paseantes enfocan sus camaritas y siguen viaje. Pero el ambiente ultraporteño no hace olvidar a Rossi de su pago chico no tan chico. “En el peronismo de Santa Fe tenemos que aprender de lo que pasó en las últimas elecciones, que nos fue bien en las primarias pero mal en la general. No tenemos un liderazgo totalizador, son parciales. Tenemos que tratar de unirnos y armar una lista única de legisladores”, sostiene.

No podía ser de otra manera, Rossi tiene una perspectiva positiva respecto de las elecciones del año que está por empezar. “Vamos a pedirle a la gente que acompañe a la Presidenta y que no se repita la experiencia parlamentaria de 2009, cuando llegaron a no aprobarle el Presupuesto”, replica. Cacerolazos y paro opositor mediante, asegura que “el nivel de apoyos al Gobierno sigue alto”, que “hubo un intento de generar una idea de adelanto de fin de ciclo, pero ya lo habían hecho en años anteriores y lo que la gente termina juzgando con su voto es la gestión”. Prevé un triunfo en 2013, entonces. ¿Y 2015? “Voy a estar donde Cristina diga que tenemos que estar. Yo recorro el país y lo que recojo son saludos y agradecimientos a la Presidenta, los que quieren construir liderazgos alternativos claramente se equivocan. Ella va a seguir conduciendo este proceso más allá de 2015”, define.