Desde Rosario

En una jornada marcada por las inundaciones y cortes de luz que afectaron buena parte de la provincia, siete supermercados rosarinos y dos de Villa Gobernador Gálvez –salvo uno, todos los demás “chinos”– fueron objeto ayer de saqueos de parte de vecinos que trataron de llevarse lo que encontraban a su paso. El más violento –con disparos al guardia de seguridad– fue el de Cerrito 4300. En todos los casos los atacantes fueron personas jóvenes, en su mayoría del mismo barrio.

En Rosario, la zona más caliente fue la delimitada por avenida Pellegrini, Godoy, Uriburu y Provincias Unidas, donde desde la tarde los efectivos policiales recorrían en móviles los distintos comercios alrededor de los cuales se arremolinaban vecinos con actitud amenazante.

El signo distintivo era la nacionalidad de sus propietarios: todos eran chinos. Como el propietario del autoservicio de Matienzo y Biedma, que fue socorrido por varios vecinos que ayudaron a rescatar parte de lo robado. “Robaron poquito porque llegó rápido la policía”, alcanzó a balbucear el comerciante, mientras un vecino revelaba a este cronista que “sólo le llevaron puré de tomate”. A pocas cuadras de allí, otro supermercado chino ubicado en Biedma y Garzón lucía sus puertas violentadas y era custodiado por dos patrulleros del Comando Radioeléctrico y un guardia de seguridad que estaba más que tenso después de la violenta arremetida “de la gente del barrio”. Frente al comercio hay una plaza, que sirvió de platea al vecindario que seguía de cerca las alternativas.

Por la noche, el comité de crisis conformado para atender el problema de las inundaciones informó que el 90 por ciento de la superficie afectada había quedado normalizada.