Trabajadores del Espacio Memoria y Derechos Humanos que funciona en la ex Escuela de Mecánica de la Armada expresaron ayer su rechazo a lo que consideran una “maniobra de desprestigio” contra el ministro de Justicia, Julio Alak, y “el símbolo de la política de Estado del gobierno nacional en derechos humanos, la ex ESMA”. “Nos sentimos fuertemente agraviados con las difamaciones de público conocimiento que banalizan nuestro trabajo”, sostuvieron a través de un comunicado en el que señalaron a “algunos medios de prensa y a dirigentes opositores” como los responsables de una campaña difamatoria que habría comenzado la semana pasada con la denuncia de la realización de un “asadito” en el predio donde funcionó uno de los centros clandestinos más grandes del país durante la última dictadura.

Los trabajadores enfatizaron que son “testigos cotidianos de lo que significa la recuperación de un espacio de estas características y sabemos que este ataque no es ingenuo en sus intenciones: la ex ESMA es el símbolo de la política de Estado del gobierno nacional, el verdadero objetivo de esta maniobra de desprestigio”. En ese contexto reivindicaron la labor desarrollada en el predio desde su recuperación en 2004. “Cotidianamente, cada uno de nosotros pone el cuerpo y su mayor compromiso para transformar este lugar signado por el horror y la muerte en un espacio de memoria, de reflexión y de vida”, sostuvieron.

Por último destacaron que califican como una “obligación” su pronunciamiento “ante el avance de los sectores más reaccionarios sobre reivindicaciones y luchas históricas”, porque “una política de Estado también la construimos y la defendemos los trabajadores”. Mañana, partidos de izquierda realizarán una marcha de repudio a Alak en la puerta de la cartera que él dirige.