“Porque Venezuela es feliz si Chávez va regresando”, cerraba con tono de recitado escolar María Llanezanovo el poema que más temprano le había entregado “en mano” a uno de los empleados de la embajada bolivariana, “para que llegue seguro al comandante”. Con ese puñado de versos que había dedicado al presidente Hugo Chávez, por estos días internado en Cuba con un delicado de salud, María se había acercado en la tarde de ayer a la puerta del edificio diplomático de ese país, para sumar sus “fuerzas” a las que a través de una carta le enviaron a Chávez las agrupaciones de Unidos y Organizados y otras entidades políticas y sociales, en el marco de la “caravana por la Patria Grande y por Hugo Chávez”.

Cerca de las 19 de ayer, militantes del Partido Justicialista porteño partieron en media docena de autos del Club Cárdenas, del barrio de Mataderos, ubicado frente al estadio de Nueva Chicago. Una camioneta utilitaria encabezaba la caravana, que intentó, en vano, escapar a la lluvia que refrescó a la ciudad. Con dos pequeños parlantes asomados a la caja de la camionera y la imagen del comandante Chávez pintada sobre un paño blanco flameando, el primer vehículo marcó el itinerario, que hizo varias paradas hasta llegar a la sede diplomática venezolana en Argentina, ubicada en el barrio de Belgrano.

Bordearon el barrio de Mataderos, pasaron por el Mercado de Hacienda de Liniers y salieron a la avenida Eva Perón. Atravesaron varias comunas porteñas. En cada una de ellas se sumaron vehículos, banderas, hombres y mujeres de organizaciones políticas y sociales que, días atrás, se reunieron para redactar la misiva de apoyo y solidaridad con Chávez. “El objetivo es expresarle nuestros deseos de pronta recuperación al comandante, solidarizarnos con el pueblo y el gobierno venezolanos que tanto nos ayudaron y que tuvieron con el pueblo argentino grandes gestos de grandeza”, explicó Jorge Keyness, referente del Partido Comunista, agrupación miembro de Unidos y Organizados, colectivo en el que se enmarcan el resto de los grupos que participaron de la caravana.

“Desde este rincón de la Patria Grande queremos dedicarte este abrazo”, inició Noelia Vega la lectura de la carta dedicada a Chávez que elaboraron su agrupación, el Frente Transversal Nacional y Popular, y otros espacios militantes como el Movimiento Evita, el PJ, el PC, Nuevo Encuentro, Colectivo Militante, el Club Cárdenas, la agrupación La Capitana, Cosechando Sueños, la JP y otras. Para entonces, la caravana ya se había convertido en manifestación, en el medio de la avenida Luis María Campos, frente a la entrada de la Embajada de Venezuela.

Los cantos, las bombas de estruendo y los aplausos que la caravana sumó pasadas las 20 a los carteles y las muestras de apoyo que varios autoconvocados demostraron desde más temprano conmovieron a los trabajadores bolivarianos, que se declararon emocionados ante el cariño demostrado. La simpatía de los empleados venezolanos y de las cámaras que esperaban la caravana militante se la ganó un muñeco articulado del presidente bolivariano, llevado por tres argentinos: “Es una manera de demostrar que Chávez está vivo, sigue adelante, se mueve... ¿No ve cómo agita sus brazos?”, desafió a la prensa Fernando Ossana, que no paraba de activar la articulación del muñeco de madera, pintado a imagen y semejanza del comandante.

“Acá estamos con alegría e incertidumbre a la vez, pero con amor. Como vos nos enseñaste, con la sonrisa que instalaste en nuestros rostros y con la firme voluntad de seguir la lucha”, reseñó Vega, con los ojos puestos en el documento que los referentes de las agrupaciones integrantes de Unidos y Organizados entregaron a los empleados de la embajada. “Vos, comandante, lo lograste y acá estamos nosotros, el pueblo argentino, para agradecerte, para jurarte que estaremos firmes siguiendo tus enseñanzas, defendiendo nuestras conquistas y batallando sin tregua”, continuó la militante, que en nombre de sus compañeros deseó al presidente Chávez que, desde La Habana, intenta recuperarse de un cáncer de colon: “Que todo lo que vos diste por la unidad de esta Indoamérica junto a Néstor y Cristina te regrese con la vida”. “¡Viva Chávez!”, estallaron todos en un grito, como corolario de la movilización. La Caravana por la Patria Grande siguió su camino, en forma de carta, hacia su destinatario.