“En los últimos años, la preocupación por Malvinas prácticamente desapareció de los ámbitos oficiales. La intención del Gobierno es que vuelva a tener un lugar de peso en la agenda de la política exterior argentina”, señalan en el Palacio San Martín. Anticipan así el tono que el canciller Rafael Bielsa va a darle a su primer discurso ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, donde hoy llevará el reclamo de soberanía argentina sobre las islas.
El comité de Descolonización es el ámbito de la ONU donde cada año se tratan las situaciones de colonialismo que se viven en el mundo, actualmente con dieciséis casos, de los que Malvinas y el peñón de Gibraltar son los más resonantes.
Durante la sesión, el plenario volverá a aprobar una resolución que invitará a que la Argentina y el Reino Unido retomen las negociaciones por la soberanía de las islas, rotas desde la guerra.
La insistencia en este pedido es considerada un trámite de rutina, que se cumple con cierta ritualidad. La novedad, en todo caso, estará puesta en el mensaje que Bielsa llevará al recinto, en el que marcará la posición de la nueva gestión ante el tema.
“La particularidad es que no va a ser un discurso tradicional diplomático, sino que va a estar marcado por un especial énfasis”, señalaron voceros de la Cancillería.
Bielsa resolvió incluir en su discurso las palabras de Néstor Kirchner en el acto de asunción de la presidencia, cuando consideró que el reclamo de soberanía sobre las islas es “inclaudicable” y habló de la “cultura malvinera”. A la vez, quiere dejar en claro que activará la cuestión en el escenario internacional.
En Nueva York, el ministro de relaciones exteriores se hizo tiempo para encontrarse con el director de orquesta argentino-israelí Daniel Barenboim. Almorzaron en un restaurante italiano del centro de la ciudad, donde hablaron de tango –uno de los intereses del músico, que se fue del país cuando chico–, del conflicto en Medio Oriente y de Malvinas.
Así surgió la idea de reeditar una iniciativa vinculada al conflicto por las islas, trabajando en la línea que Barenboim ya probó años atrás al armar una orquesta de niños palestinos e israelíes. Por esa movida, el director recibió el año pasado el premio Príncipe de Asturias de la Concordia y fue nominado al Premio Nobel de la paz. Barenboim se entusiasmó con la idea de conformar un equipo infantil con músicos ingleses, de Malvinas y argentinos, trabajando en talleres para confluir en Buenos Aires en julio del próximo año.
Para la sesión de hoy, Bielsa invitó al ex embajador Lucio García del Solar a integrarse a la delegación argentina. García del Solar fue embajador argentino ante la ONU y propuso en 1965 ante la Asamblea General de ese organismo la resolución 2065, mediante la cual se reclama cada año al Reino Unido que negocie con Argentina una solución sobre la disputa por la soberanía en Malvinas.
Durante la década menemista, el ex embajador rechazó la política de seducción a los kelpers impulsada por Guido Di Tella, caracterizada por el envío a los pobladores de ositos Winnie-Pooh y videos de Argentina. Para García del Solar, esta posición contrarió la tradición de la política exterior del país, que reconoce solamente al Reino Unido como interlocutor para tratar el tema.
Por la tarde, el titular del Palacio San Martín se entrevistará con el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan. La agenda del canciller incluye también entrevistas con el Presidente del Consejo de Seguridad, Sergev Lavrov, de la Federación Rusa, y con el checo Jan Kavan, Presidente de la Asamblea General.
Estará en Nueva York sólo hasta la noche, cuando se subirá al avión que lo llevará a Paraguay, a la cumbre del Mercosur que se realizará el martes y el miércoles.