EL PAíS
Si el Fondo aprieta, a hablar con los privados
El secretario de Finanzas viaja hoy a Europa a ver si los acreedores privados aceptan pagos atados al crecimiento económico, tema tabú con los organismos. Hoy pagan deuda.
Guillermo Nielsen viajará hoy a Europa para continuar con el proceso de renegociación de la deuda en default con los acreedores privados. El objetivo del secretario de Finanzas será, según fuentes de Economía, “sondear” la recepción de los acreedores a la propuesta de atar la deuda al crecimiento económico, una perspectiva que irrita al Fondo Monetario Internacional, que ya hizo escuchar su oposición a través de sus voceros. Mientras tanto, el Gobierno continuará con los pagos a sus únicos acreedores privilegiados, los organismos financieros. Descartando el plazo de gracia de 30 días, hoy mismo pagará un vencimiento con el Banco Interamericano de Desarrollo de 625 millones de dólares.
Para el FMI no debería existir razón para no subordinar la ortodoxia fiscal al pago de deuda, sin que importe el efecto que esto tenga sobre la evolución de la actividad. Sin embargo, la idea gubernamental de atar pagos al crecimiento parece más bien una propuesta retórica, ya que en general los gobiernos pagan más cuando la economía va bien y menos cuando anda mal. Pero también es cierto que pocos gobiernos han hecho más en efectivo, en las peores condiciones económicas, que la Argentina durante 2002, precisamente el año del default con los privados.
En su tourné europea de esta semana Nielsen pasará por Francfort, Londres, París y Zurich. El viaje del secretario de Finanzas se produce luego de que la número 2 del Fondo, Anne Krueger, reclamara con urgencia que la Argentina acelere la renegociación de sus obligaciones con los tenedores de bonos del exterior, mientras sigue abonando puntualmente sus compromisos con los organismos.
Un grupo de acreedores que agrupa a 20 instituciones financieras internacionales que representan a tenedores de bonos argentinos (Argentine Bonds Restructuring Agency, ABRA), ya advirtió en Alemania que considera la posibilidad de entablar demandas judiciales contra el Estado argentino. Por su parte, el ministro Roberto Lavagna advirtió que quienes inicien juicios no cobrarán.
De todas maneras, los acreedores saben que la reanudación de los pagos a los privados dependerá de los resultados de la visita que entre el 23 y 24 de junio realizará al país el titular del FMI, Horst Koehler. Lavagna recordó que la intención durante el gobierno de Eduardo Duhalde había sido iniciar la renegociación en marzo de 2003, pero que esta posibilidad se frustró ante la falta de acuerdo con el FMI. En otras palabras, aunque desde Economía se anunció que la Argentina recién estaría en condiciones de formular una oferta de canje de bonos en los últimos meses del año, la misma sólo será posible en caso de que se alcance un acuerdo de largo plazo con el FMI. En su defecto, si sólo se establece una extensión del programa transitorio vigente, no se descarta que la renegociación de la deuda se postergue hasta 2004.
Respecto del pago de 650 millones al BID, en Economía destacaron que “más que una decisión económica es un gesto hacia el BID”, debido a que el organismo siempre habría estado a favor de la Argentina. Algunos analistas relacionaron este pago con las compras de dólares realizadas por el Gobierno en las últimas semanas. En los últimos días distintas instituciones oficiales, en especial el Banco de la Nación, destinaron una importante cantidad de pesos para la compra de dólares. Con esto se evitaría que el pago afecte las reservas internacionales del Banco Central, que actualmente se encuentran en torno de los 11.800 millones de dólares. De esta manera, al producirse el giro de las divisas atenuará el impacto sobre las reservas del Banco Central de la República Argentina, actualmente en unos 11.800 millones de dólares.
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