EL PAíS › CRISTINA KIRCHNER REGRESO AL PAIS TRAS DESPEDIR AL FALLECIDO PRESIDENTE DE VENEZUELA
La Presidenta explicó su decisión de volver ayer a la Argentina e hizo un relato pormenorizado de su estadía en Caracas. Destacó que Chávez “vive y vivirá en cada venezolano y venezolana que dejó de ser invisible y se tornó protagonista”.
“Hombres como Chávez no mueren nunca. Vive y vivirá en cada venezolano y venezolana que dejó de ser invisible y se tornó protagonista”, sentenció la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anoche, mientras volaba de regreso desde Venezuela, adonde despidió los restos del mandatario de ese país, Hugo Chávez. A través de Twitter, la jefa de Estado explicó los motivos por los que no se quedó para participar de la ceremonia protocolar, que se lleva a cabo a partir de esta mañana: “No vine a despedir a un presidente, sino a un compañero y un amigo”, aseguró, antes de relatar una extensa crónica de su estadía en Caracas. Luego de velar al líder bolivariano durante toda la tarde del miércoles y la mañana de ayer, como parte de la Guardia de Honor, CFK partió del aeropuerto de Maiquetía Simón Bolívar a las dos y media de la tarde de Venezuela y arribó en el Tango 01 al área militar del aeroparque metropolitano alrededor de las diez de la noche de Argentina, informaron fuentes oficiales. No tiene actividad oficial programada para hoy.
Aunque estaba previsto que Fernández de Kirchner permaneciera en Venezuela para participar del acto protocolar de esta mañana, a última hora del miércoles tomó la decisión de regresar a la Argentina ayer. Si bien no hubo explicaciones oficiales acerca del motivo del cambio de planes, el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, que formó parte de la comitiva oficial, descartó que hubiera estado relacionado con la confirmación de que el presidente iraní, Mahmud Ahmedinejad, viajaría a Caracas.
Fuentes del Gobierno explicaron a Página/12 que así como la mandataria decidió viajar no bien tuvo noticias de la muerte de Chávez, 48 horas antes de que lo hicieran otros presidentes de la región, a causa de la relación personal que los unía y en reciprocidad al gesto del venezolano ante el fallecimiento de Néstor Kirchner, en 2010, de la misma forma decidió evitar el ceremonial programado para hoy.
En el mismo sentido se manifestó CFK a través de Twitter, algo más tarde: “El acto protocolar para presidentes será el viernes. Le aviso (al canciller venezolano Elías Jaua) que en esta ocasión lo mío no es protocolar y me iré el jueves. No vine a despedir a un presidente, sino a un compañero y un amigo”, publicó, en medio de una detallada crónica sobre su paso por tierra venezolana que sigue a continuacion:
“Tango 01. El martes pasado, no bien me avisaron lo de Hugo, decidí viajar de inmediato a Caracas. Florencia me acompaña. No podía esperar, infinita tristeza: nuestro compañero, el amigo de Argentina, había emprendido la partida. Al menos, eso creí. Llama Evo, pregunta cuándo viajo: ¡ya! Le noto la voz muy triste. Llama Pepe, pregunta si vamos juntos. Claro. Viene con su compañera Lucía.
”Llegamos miércoles a la madrugada. Elías Jaua, canciller venezolano, me avisa que a las 11hs. saldrá el cortejo desde el hospital rumbo a la Academia Militar, a la que piensan arribar a las 16hs. SU ACADEMIA. Allí donde cenamos en la Cumbre de países africanos y la Celac. El acto protocolar para presidentes será el viernes. Le aviso que en esta ocasión lo mío no es protocolar y me iré el jueves.
”No vine a despedir a un presidente, sino a un compañero y un amigo. El mejor amigo que tuvo la Argentina cuando todos le soltaron la mano. Le guste a quien le guste. Pepe me dijo en el avión, cuando viajábamos, que no recordaba en la historia un gobernante tan generoso.
”Miércoles al mediodía. Veo a Evo acompañando a Hugo, Nicolás y todo el gobierno en medio de una marea roja y tricolor. ¡Cómo me gustaría estar ahí! No puedo: el calor, la hipotensión crónica y el médico me lo prohíben.
”No aguanto más en el hotel, voy a esperarlo a la Academia. Luego de horas finalmente llega. En la entrada un tumulto indescriptible. Pido permiso a los soldados y subimos con mi hija a un banco de madera para verlo llegar. Cuánto dolor. Siento que me alcanzan otros momentos. Cuando hacemos con Evo, Pepe y Lucía la primera Guardia de Honor del féretro, no lo miro. Sólo quiero recordarlo vivo. Porque está vivo.
”Lo compruebo definitivamente el jueves por la mañana. Cuando miles y miles comienzan a acercarse a la capilla ardiente. Niños, mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, discapacitados, soldados, trabajadores, médicos, docentes, familias. SU VENEZUELA. Algunos lo lloran, lo saludan, muchos se cuadran, gritan que nunca morirá. Estoy allí, frente a ellos, me saludan con el puño en el corazón o con un beso, me llaman por mi nombre, me extienden su mano. No se necesita más para entenderse, hay un código en común.
”Hombres como Chávez no mueren nunca. Vive y vivirá en cada venezolano y venezolana que dejó de ser invisible y se tornó protagonista. Este hombre les abrió la cabeza. Ya nadie se las podrá cerrar, jamás.
”Antes de partir me acerco y sin mirarlo toco la bandera que está sobre el féretro. Me despido, por ahora. Nicolás Maduro y Cilia, su mujer, me acompañan hasta la puerta de la Academia. Miles y miles de hombres y mujeres que saludan. Otra vez la marea roja y tricolor que grita. ¡Queremos ver a Chávez!, repiten una y otra vez. ¿No les dije? Chávez está Vivo. Para siempre.”
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