EL PAíS › LA MUERTE DE CHAVEZ GENERO REACCIONES ENCONTRADAS ENTRE LOS DIRIGENTES ARGENTINOS
Mauricio Macri reaccionó ante unos afiches que aparecieron en las calles porteñas homenajeando a Chávez. En el FAP hubo nuevas reacciones ante las declaraciones de Hermes Binner a favor de Capriles. También opinaron radicales.
› Por Werner Pertot
La opinión sobre Hugo Chávez de la oposición argentina no es homogénea.
El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, pidió que “no sigamos en nada a Chávez”. Aclaró que lo hacía “con todo respeto”. Se trata de una declaración esperable y que no le generará al líder del PRO ningún conflicto entre sus seguidores ni en su electorado. No ocurrió lo mismo con el referente del FAP, Hermes Binner, quien admitió que hubiera votado a Henrique Capriles. Se diferenciaron otros integrantes del FAP como Claudio Lozano y Victoria Donda, aunque la diputada aclaró que tenía críticas al chavismo. Dirigentes radicales de distinta extracción como Oscar Aguad o Leopoldo Moreau hicieron una semblanza moderada sobre el presidente venezolano.
A Macri le preguntaron en una entrevista radial por unos afiches pegados en Buenos Aires que dicen “Por siempre, Comandante: llorarlo sería poco, hay que seguir su ejemplo”. “Con todo el respeto, esperamos que nosotros no sigamos nada de él. Hemos aprendido a interpretar muy bien lo que pasó en los últimos años en la Argentina, y todo ese aprendizaje nos aleja de lo que hizo Chávez en Venezuela.” El procesado jefe de Gobierno aseguró que los argentinos ya entendieron “qué es lo que no nos sirve: justamente el populismo, el facilismo, el ‘vale todo’ si sos amigo y ‘vale todo’ en contra tuyo si no pensás igual”. “Hay que seguir el ejemplo de Dilma Rousseff en Brasil, Chile en los últimos 20 años o lo que está haciendo Perú”, definió Macri su visión regional. Por supuesto, a nadie en el macrismo le resultó extraño ni se diferenció.
Binner no tuvo la misma suerte. Desde que dijo que hubiera votado a Henrique Capriles, diversos dirigentes del FAP se vieron en la obligación de diferenciarse. Uno de los primeros fue Claudio Lozano. “Me parece una expresión desafortunada. Detrás de Capriles está el viejo sistema político venezolano que jamás favoreció al pueblo.” Lozano viajó a Venezuela a despedir al presidente venezolano. Ayer la diputada de Libres del Sur Victoria Donda también contradijo a Binner: “Yo hubiera votado a Chávez en Venezuela”, definió. “Tenemos diferencias con Binner, pero queremos un mismo proyecto de país. Es parte de la diversidad política. Lo peor que podemos hacer es negar diferencias que hay, pero ninguno de nosotros es venezolano. Nos ponemos de acuerdo para gobernar este país”, aclaró.
“Uno no puede opinar sobre política internacional sin conocer qué está pasando en cada uno de los lugares. Tenemos críticas sobre el chavismo, pero entre Chávez y Capriles no había opción. Capriles representa un movimiento que es grande, pero fundamentalmente representa una vieja estructura de Venezuela. Capriles fue puesto en un conglomerado donde hay sectores de izquierda también”, afirmó Donda, que no aclaró cuáles eran las críticas a Chávez. Por su parte, el dirigente del Partido Obrero, Jorge Altamira, dejó en claro sus diferencias con el referente del FAP: “A Capriles, ni muerto. Participé en Venezuela en lucha contra el sabotaje petrolero. Venezuela es el único país que no mandó tropas a Haití”.
En el radicalismo hubo visiones moderadas sobre el fallecido presidente.
“Chávez fue un punto de inflexión para Venezuela, habida cuenta de que cambió de manera decisiva el curso que tenía la renta petrolera, que hasta ese entonces iba a manos de una minoría oligárquica que ni siquiera la invertía en el país, sino que incluso la desviaba al exterior, razón por la cual Miami en un momento dado llegó a ser el paraíso de los millonarios venezolanos”, analizó Leopoldo Moreau. “Independientemente de los matices o errores que uno pueda evaluar sobre la gestión de Chávez, sin ser chavista, pero ya sólo con tener una mirada latinoamericanista uno no puede dejar de reconocer que sus políticas beneficiaron a las grandes mayorías”, indicó. “En síntesis, fue un dirigente que pertenecía a lo que podemos denominar el campo del pueblo”, destacó.
En el otro extremo del espectro dentro de la UCR, Oscar Aguad consideró que “más allá del liderazgo de Chávez, que es indudable, pienso que tiene el mismo efecto del primer Perón. Incorporó a la visibilidad a la clase obrera. Anteriormente, Yrigoyen había incorporado a los inmigrantes”. Para Aguad, “el problema es lo que pasó después de Perón: el populismo se apoderó de la Argentina y ya llevamos siete décadas sin superarlo. Esto podría pasarle a Venezuela. Chávez sacó a más del 25 por ciento de la población de la pobreza. La pregunta es cómo podrá tener evolución social, si sólo depende de la producción petrolera. Venezuela va a vivir un proceso muy similar al que vivió la Argentina a partir de la década del cincuenta”. “Advierto que los populismos se han mostrado ineficientes, para generar riqueza –destacó Aguad– utilizan los recursos que existen en los países y agotan los stocks sin reponerlos y sin crear riquezas nuevas.”
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