Las estampillas conmemorativas del referéndum que se realizará en las islas Malvinas.

El gobierno argentino volvió a rechazar la validez de la consulta que Gran Bretaña llevará a cabo mañana y el lunes en las islas Malvinas para que los habitantes del archipiélago dejen constancia de si quieren o no seguir bajo la órbita de Londres. “El Reino Unido carece de derecho alguno a pretender alterar el estatuto jurídico de esos territorios, aun con el disfraz del hipotético referéndum”, sostiene un comunicado difundido ayer por la Cancillería. Por su parte, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel envió una carta al primer ministro inglés, David Cameron, manifestando su oposición a la medida que, sostuvo, “no tiene legitimidad alguna”. La semana próxima, el Senado argentino tratará un proyecto de resolución para repudiar la iniciativa.

“Las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes son objeto de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido que ha sido reconocida por esos dos países y por la comunidad internacional en su conjunto”, recuerda el documento difundido ayer por el Ministerio de Relaciones Exteriores. “En lugar de cumplir con sus obligaciones internacionales reanudando negociaciones con la Argentina para resolver esa controversia, la parte británica –en una actitud claramente demostrativa de la falta de fundamentos para sus pretensiones y sobre todo carente de buena fe– procura introducir elementos orientados a distorsionar”, agrega el texto que alude al “contundente rechazo” que manifestaron respecto del referendo a nivel regional.

“Esta votación, así como las mil consultas o votaciones más que el Reino Unido pudiera inventar en los territorios disputados comprendidos en la Cuestión Malvinas, no pueden tener ese resultado ni relevan a ese país de cumplir con la obligación que el derecho internacional le impone de resolver pacíficamente la disputa de soberanía que mantiene con la Argentina mediante la reanudación de negociaciones”, enfatiza el gobierno nacional a través del Palacio San Martín antes de calificar como “irresponsable y de mala fe” la iniciativa británica de someter el status del archipiélago a la opinión de su población implantada de origen británico.

Por otra parte, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel dio a conocer ayer una misiva dirigida al premier Cameron en la que sostiene que “el resultado de este referéndum no altera en nada la situación jurídica e histórica de las Islas Malvinas”, que “seguirán siendo una colonia británica”, según el texto del activista argentino. “Señor David Cameron, la fuerza no da derecho y menos aún cuando busca justificar la base militar instalada en las islas, violando resoluciones y tratados de desmilitarización y de no proliferación de armas nucleares en el Atlántico Sur, poniendo en peligro a sus ciudadanos británicos en las Islas y el continente”, sostiene Pérez Esquivel.

“Usted bien sabe que este referéndum no tiene legitimidad alguna. No sólo porque se trata de población británica implantada a partir de la expulsión de las autoridades argentinas en el siglo XIX, sino también porque las Naciones Unidas no decidieron su realización”, concluye el dirigente que el año pasado, junto a otros seis premios Nobel de la Paz, había mandado otra carta a Cameron, solicitando que se abra el diálogo entre Argentina y el Reino Unido, tal como lo exigen las Naciones Unidas.

El Senado argentino llevará a cabo el próximo miércoles una sesión para rechazar el referéndum. El proyecto fue presentado por el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Daniel Filmus (CABA, Frente para la Victoria) y el legislador por Santa Fe Rubén Giustiniani (Frente Amplio Progresista). “En las Malvinas lo que se va a hacer es una maniobra publicitaria, porque no tiene ninguna validez para la legislación del derecho internacional”, dijo el porteño; mientras que para el socialista se trata de “una iniciativa contraria a las resoluciones de las Naciones Unidas.”

Por último, dirigentes uruguayos, tanto del oficialismo como de parte de la oposición, manifestaron su rechazo a la participación de diputados de ese país como veedores en el referéndum. El ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, calificó como “una grandísima vergüenza” para su país que legisladores del opositor Partido Nacional concurran a las islas en esta ocasión. Un dirigente del mismo Partido Nacional, y miembro del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Uruguay, Juan Raúl Ferreira, calificó como “un agravio para toda América latina” la participación de los diputados de su propio partido en la consulta y criticó “la mera idea de que quien ocupa por la fuerza un territorio quiera decidir sobre la soberanía del mismo”.