EL PAíS › SOLANAS Y CARRIó SE MOSTRARON JUNTOS Y SENTARON LAS BASES DE UN ACUERDO ELECTORAL

Dos que quieren reposicionarse

Los referentes de Proyecto Sur y la Coalición Cívica hablaron de la necesidad de unir a la oposición y se elogiaron mutuamente. Ambos buscan recuperar protagonismo ante las negociaciones que mantienen el FAP, la UCR y otro sector de la CC.

 Por Miguel Jorquera

Fernando “Pino” Solanas y Elisa Carrió posaron juntos ayer para la foto en medio de una jornada sobre “ética pública contra la corrupción y la impunidad”, que selló el principio de acuerdo político en territorio porteño para las elecciones legislativas de este año, con un documento conjunto de Proyecto Sur y la Coalición Cívica y la presentación de proyectos parlamentarios comunes. “Aquí hay un objetivo político, que es evitar que se sigan destruyendo las instituciones de la república y para eso hay que garantizar que todos los senadores nacionales por la ciudad de Buenos Aires sean de la oposición. ¿Quién mejor que Pino para ser senador por la Capital?”, se sinceró Lilita. “La ciudadanía nos está pidiendo unidad en la lucha contra la impunidad y la corrupción. Hay que construir puentes de búsqueda que nos lleven a un frente electoral amplio, grande, que pueda dar respuesta a una ciudadanía que se siente huérfana”, sumó Pino. Puertas adentro, desde ambos partidos reconocen que se trata de “una disputa de posicionamiento” en la discusión por conformar una alianza de un amplio abanico de fuerzas de centroizquierda, de la que Solanas y especialmente Carrió habían quedado relegados.

Arriba del escenario, Carrió se encargó de disipar especulaciones y explicó el acuerdo con Solanas: “Las sociedades se pueden unir de dos maneras, organizadamente en lo idéntico para excluir al resto, el vamos por todos es una unidad basada en una hegemonía, y la otra unidad posible es que la condición humana es en sí misma una diferencia, una diferencia que alegra porque si todos fuésemos idénticos el mundo sería muy aburrido”, sostuvo antes de afirmar que “nadie sospechaba que dos intransigentes se pusieran de acuerdo”. Mirando a Solanas dijo que “ni él ni yo somos personas manejables, ambos amamos la Argentina y la ciudad de Buenos Aires”.

Lilita llegó al salón de la Universidad del Museo Social Argentino una hora después de lo previsto y sólo acompañada por los más fieles dentro de su propio partido, en el que hay resistencia a su política de alianzas: la diputada Alicia Terada (la única presente del bloque de la CC), los ex diputados Juan Carlos Morán y Elsa Quiroz y el legislador porteño Fernando Sánchez. Antes habían expuesto el auditor general de la Nación, Leandro Despouy, y el fiscal federal de Tucumán, Gustavo Gómez.

Pino se refirió a la necesidad de “explorar distintas experiencias” y al reclamo de unidad opositora que acompañó el cacerolazo del 8 de noviembre y la movilización sindical del 20 de ese mismo mes, convocada por la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli. “La ciudadanía nos está pidiendo unidad en la lucha contra la impunidad y la corrupción. Hay que construir puentes de búsqueda que nos lleven a un frente electoral amplio, grande, que pueda dar respuesta a una ciudadanía que se siente huérfana”, amplió Solanas y dijo que el objetivo es “derrotar a los dos oficialismos”, refiriéndose al kirchnerismo y al macrismo en la Ciudad.

En la primera fila del auditorio lo escuchaban sus compañeros de bancada Alcira Argumedo y Jorge Cardelli, el legislador porteño Julio Raffo y Mario Cafiero, de buena relación con Carrió, uno de los artífices del acuerdo. Más atrás escuchaban con atención los aliados de Proyecto Sur, como el legislador porteño Alejandro Bodart (MST) y el dirigente del PSA Daniel De Abrantes, dos fuerzas menos permeables a sellar un acuerdo sólo con Carrió.

Hubo flores entre Pino y Lilita. “Lo conocí hace mucho tiempo, era muy buen mozo y lo sigue siendo. Un tipo de película”, soltó Carrió y dijo que Solanas podía ser “un senador romántico e intransigente” como otros que tuvo Buenos Aires. Solanas fue más político en sus elogios, recordó los proyectos de Lilita contra la corrupción y reivindicó su iniciativa de la Asignación Universal por Hijo. También hubo lugar para las diferencias. “No, yo prefiero no usarlos”, dijo Carrió, que se negó a posar junto a familiares de la tragedia de Once que Solanas invitó a subir al escenario. “Quiero aclarar que ninguno de nosotros se va a aprovechar de las tragedias”, aclaró luego, para tranquilizar a Pino.

Con el acuerdo, Solanas y Carrió patearon el tablero en la discusión por un acuerdo político entre distintas fuerzas de centroizquierda en la Ciudad, de la que habían sido marginados. En el FAP la mayoría quiere a Pino dentro de la alianza electoral porteña, pero pocos a Carrió y negociaban con los disidentes de la CC. Esos sectores, como Libres del Sur, también quieren sumar a la UCR en el acuerdo. Pero Solanas no se quedó paralizado: este jueves volverá a reunirse con el jefe socialista de la Ciudad, Roy Cortina; Claudio Lozano, de Unidad Popular, y referentes porteños del GEN. Allí, la discusión para conformar un solo frente electoral también deberá analizar si están dispuestos o no a marchar también con Carrió.

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“¿Quién mejor que Pino para ser senador por la Capital?”, se sinceró Lilita Carrió.
Imagen: Joaquín Salguero
 
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