La Cámara Federal dejó en manos del juez Sebastián Casanello la causa por el presunto desmantelamiento de una bóveda en una chacra de Lázaro Báez, al entender que lo que se habría sacado de allí podría estar vinculado con la causa de lavado de dinero que se tramita en ese juzgado contra el empresario y otros acusados. La Sala II del tribunal consideró que “no corresponde separar tales hechos de la investigación principal” y que antes de tomar una determinación así “merecen ser profundizados”.

La diputada Elisa Carrió había denunciado que Báez desmanteló una bóveda que tenía en un sótano de su chacra y que llevó a otro lugar plata, documentos y armas, y entregó las fotos que un empleado del empresario registró mientras sacaba la bóveda. Casanello entendió que el hecho se había cometido en Santa Cruz, por lo que remitió la denuncia al juzgado federal de esa provincia –donde la semana pasada asumió la conjueza Andrea Askenazi–, pero el fiscal Guillermo Marijuán apeló.

Los camaristas Eduardo Farah, Horacio Cattani y Martín Irurzun entendieron que ante “el posible desmantelamiento de una bóveda en el sótano de una chacra y el traslado de valijas con dinero y documentación a otra estancia, ambas propiedad de Lázaro Báez en la provincia de Santa Cruz (...), no corresponde separar tales hechos de la investigación principal”. Tanto el presunto desmantelamiento de la bóveda como la supuesta mudanza de los dólares y euros “en el caso de confirmarse, tienen directa vinculación con la instrucción”. En definitiva, la única parte del expediente que irá al juzgado de Río Galleros será la referida a “la hipotética tenencia de armas y municiones” en la chacra de Báez, según resolvió la Cámara.