De todas las incógnitas pendientes a resolverse antes de la medianoche de este sábado, cuando vence el plazo para inscribir las listas de cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, una de las más taquilleras es aquella que gira en torno de los nombres que formarán parte de la boleta de candidatos a diputados del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires. “No va a haber grandes sorpresas”, anticipa uno de los principales armadores del kirchnerismo bonaerense, previa advertencia de que la decisión final depende de la pluma presidencial, por lo que hasta último momento puede haber cambios en los planes.

En la Casa Rosada hacen cuentas: saben que no va a repetirse la extraordinaria performance de 2011; confían en que también dejarán lejos el piso de 2009, cuando el oficialismo quedó segundo en el principal distrito del país. Con esos números en la mano ubican la zona segura, que garantiza el acceso al Parlamento aún en un mal escenario, alrededor del número 15, para una cosecha de entre 35 y 40 puntos (el reparto depende también de los votos obtenidos por las otras fórmulas).

Quitando el nombre del cabeza de lista, que se revelará recién el sábado, la mayoría de esos lugares ya están comprometidos. Es que en diciembre concluye el mandato de una serie de legisladores muy cercanos al gobierno nacional y que renovarán su banca: es el caso de la flamante jefa del bloque oficialista, Juliana Di Tullio, pero también de Carlos Kunkel, Diana Conti, Carlos “Cuto” Moreno, Héctor Recalde y Edgardo Depetri. Todos ellos tienen garantizada, a priori, su continuidad.

Los espacios restantes se repartirán entre las organizaciones nucleadas en Unidos y Organizados, los intendentes y, acaso, alguna figura cercana al gobernador Daniel Scioli, como prenda de paz (en ese orden). De entre los espacios de militancia, se descuentan bancas para La Cámpora, el Movimiento Evita y Nuevo Encuentro, que a diferencia de lo que sucedió hace cuatro años, formará parte de la boleta oficialista. Otros espacios como Kolina, las CGT y CTA oficialistas o Miles deberán contentarse con lugares expectantes en las listas y esperar que en octubre el Frente para la Victoria haga una buena cosecha.