”A uno le gustaría que en la oposición tuvieran la misma unidad de concepción que tenemos en el Frente para la Victoria. Es difícil encontrar definiciones claras en los candidatos de la oposición.” La afirmación es de Oscar Romero, secretario gremial del sindicato de los mecánicos Smata, y el candidato que la CGT oficial, que encabeza el metalúrgico Antonio Caló, apoyó para la lista de candidatos a diputados bonaerenses del oficialismo. Abogado, ex profesor de Derecho en la UBA y autor del libro Argentina: Un Modelo de País Viable, Romero aseguró en diálogo con Página/12 que “la CGT no tiene un proyecto político propio, la CGT forma parte de un proyecto. Tenemos nuestras diferencias y nuestras discusiones, pero tenemos en claro qué es lo que está bien y qué se puede mejorar”, destacó Romero en diálogo con Página/12.

–Como candidato a diputado por el Frente para la Victoria (FpV) y representante de los trabajadores, ¿en dónde cree que hay que reforzar la política dirigida al mercado laboral?

–Tenemos que trabajar muy fuertemente como primer objetivo con el trabajo informal y el trabajo en negro. Y el tema de la competitividad, también esa discusión de fondo, porque muchos empresarios precarizan y negrean con la mano de obra. Esto afecta no sólo su objetivo, sino que también afecta al sistema previsional y al sistema de salud. Hay que avanzar muy fuerte en la lucha contra el trabajo en negro.

–Para esta elección el movimiento obrero llega atomizado, pero la última sorpresa la dio el secretario de Prensa de la CGT, Héctor Daer, al integrar la lista del intendente de Tigre Sergio Massa. ¿Qué opina?

–Esta no es una CGT que pone los huevos en dos canastos distintos. Entendemos hasta ahora que es una decisión individual porque nunca comentó su intención. Salvo (el secretario general de Luz y Fuerza, Oscar) Lescano, ningún grupo se manifestó en favor del compañero que integra la lista de Massa. La CGT siempre tuvo distintos sectores y hasta ahora ningún espacio gremial salió a defender la decisión de Daer.

–¿La participación de la CGT oficial en las listas de candidatos para las elecciones de octubre son una consecuencia de los diez años de gobierno kirchnerista?

–Con el kirchnerismo el peronismo ha evolucionado enormemente. En la CGT entendemos que ha sido el gobierno que más ha hecho por los trabajadores después del general (Juan Domingo) Perón. Así definimos que este era el modelo de proyecto de país que queríamos. Este gobierno fue el que nos devolvió la posibilidad de discutir los salarios. Estuvimos toda la década del ‘90, más el gobierno de (Fernando) De la Rúa, más los lamentables cinco o seis gobiernos que tuvimos posteriores, más (Eduardo) Duhalde, sin poder discutir salarios. Néstor Kirchner nos devolvió esta herramienta fundamental para cualquier organización, que es poder discutir los salarios. A partir de ahí elegimos bien de qué vereda estamos, qué proyecto y qué modelo acompañamos, uno que se basa fundamentalmente en la transformación de la estructura económica del país y donde los trabajadores tienen una participación importante en lo que es la distribución de la riqueza.

–¿Cómo ve a la oposición de cara a esta elección?

–Este es un momento para la oposición en el que tiene que empezar a tomar definiciones de una buena vez. Porque hasta acá las definiciones de la oposición son sólo denuncias, la mayoría sin fundamento. Mucho vedetismo, en el que en vez de explicar las propuestas intentan salir en la tele y no dar precisiones. Buscan ese vínculo con la sociedad por la corta donde dicen estar muy comprometidos con la problemática social, pero que cuando el Gobierno impulsa planes y programas para mejorar la situación su respuesta es que sólo sirven para fomentar la vagancia, la drogadicción, para que las madres se embaracen, etc. sin proponer absolutamente nada.

–En diez años que lleva el kirchnerismo en el gobierno, a la oposición parece costarle encontrar un lugar desde donde debatir políticas de Estado.

–La gran diferencia es que nosotros tenemos una unidad de concepción. Yendo a las listas, agarrás a cualquier candidato del FpV y te va a decir bien claro qué queremos, qué defendemos y hacia donde vamos. A uno le gustaría que en la oposición sucediera lo mismo. Es difícil encontrar definiciones claras en los candidatos de la oposición. Es triste porque da la impresión de que pertenecen a la generación de dirigentes de la década del treinta más que de los tiempos que corren. Se escuchan cosas descabelladas como plantear que los pilares de este país tiene que ser el campo y los servicios. Falta que volvamos a la discusión de unitarios o federales. Un debate que en la Argentina llegó hasta los 30 mil desaparecidos, no nos olvidemos. Porque en el ’76 fue muy claro cuál era el modelo de país que querían y que programa económico querían aplicar.

–¿Cómo analiza la decisión de Massa de presentarse en las elecciones con un aparente objetivo en 2015?

–Existe una clara falta de consistencia en el discurso y una falta de defensa de sus planteos. Pero que se presente el que quiera, nosotros queremos discutir. Ahora, ¿cómo hacemos para debatir posiciones con candidatos que se esconden y no dicen lo que piensan? El problema es que ahora es mejor no aclarar lo que piensan, porque no les conviene. Si lo dijeran perderían votos, como aquel ex presidente que decía que “si yo no decía que iba a haber salariazo nadie me iba a votar”. Si hay algo que está claro es que los que integramos esta lista vamos a defender nuestro convencimiento de lo que es mejor para el pueblo, que es en definitiva lo que nos marca la presidenta de la Nación.