Cristina Fernández de Kirchner fue contundente ayer en cuanto a la posición del Gobierno frente a protestas como la que hicieron los ferroviarios de La Fraternidad el miércoles, que afectó a unos 800 mil pasajeros y derivó en serios incidentes en Constitución. “No voy a tolerar la extorsión de nadie”, advirtió CFK y también criticó a los sindicalistas “que se arrogan los derechos que han conseguido” los trabajadores. A la definición de la Presidenta se sumó la denuncia penal que el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, realizó contra los maquinistas que protagonizaron el paro sorpresivo, al que calificó de “salvaje”. El secretario general del gremio, Omar Maturano, reivindicó la huelga y no descartó convocar a nuevas medidas de fuerza.

La reacción de Cristina Kirchner durante el acto que ayer encabezó en Bariloche llegó en medio de las repercusiones por el paro sorpresivo de La Fraternidad y del anuncio de que el sindicato de Camioneros analiza convocar a un paro nacional. En el gremio que conduce el líder de la CGT opositora y candidato a diputado en la lista de Francisco de Narváez sostienen que el Impuesto a las Ganancias “les comió todo el aguinaldo” a los trabajadores y hablan de parar el lunes que viene. Los camioneros de la rama de recolectores de residuos ya no trabajaron anteanoche y no levantaron la basura en la ciudad de Buenos Aires y parte del conurbano, con el argumento del retraso en el pago del aguinaldo.

La Presidenta no mencionó nombres propios, pero fue clara en su mensaje, en el que advirtió que no tolerará la extorsión de nadie. “Un gobernante tiene la inmensa responsabilidad de tomar las decisiones con libertad de pensamiento, ya que lo hace en nombre y por interés de los 40 millones de argentinos, y no por presión de un sector, por más fuerza que tenga”, señaló. Reclamó, además, “que cada uno pueda realmente no tener el problema de que le corten una calle o que de repente un servicio se interrumpa sin ningún tipo de explicación, generando contrariedades, problemas, gente que por ahí gana mucho menos de los que están haciendo lío y que realmente necesita volver a su casa porque ha trabajado todo el día”. Y exhortó a “hacer un gran esfuerzo” para que los conflictos “se encaminen y se resuelvan democráticamente”.

Cristina Kirchner cuestionó a los sindicalistas “que se arrogan los derechos que han conseguido” los trabajadores y enfatizó que “nadie más que nosotros ha hecho para que los trabajadores recuperaran su salario”. Al respecto, subrayó que “desde hace diez años se reúne el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil”. En otro tramo de su discurso, expuso que “muchas veces tenemos algunas voces de sectores representativos, sindicatos, que se arrogan los derechos que han conseguido sus afiliados; es muy bueno que los sindicatos luchen por los mismos, pero recuerden que cuando hace veinte o treinta años el pueblo se moría de hambre, no pasaba nada”. Y remató: “Muchos de los que hablan están desde hace mas de diez años. Yo les reconozco a algunos compromiso y lucha, a otros no tanto”.

También Randazzo dijo “no me va a extorsionar ningún sindicalista” y denunció a Maturano por “entorpecimiento de servicios públicos”, un delito tipificado en el artículo 194 del Código Penal para quien “sin crear una situación de peligro común, impidiere, estorbare o entorpeciere el normal funcionamiento de los transportes por tierra, agua o aire” y que tiene un castigo de hasta dos años de prisión. La denuncia recayó en el juzgado federal a cargo de Julián Ercolini.

Randazzo afirmó que el paro de La Fraternidad fue “injustificado y ha sido una salvajada” y atribuyó los incidentes que se produjeron en Constitución a “grupos organizados de delincuentes que impidieron que miles de trabajadores volvieran a sus casas tranquilos”. Explicó también que “el argumento del aguinaldo” que esgrimieron los maquinistas para parar “se cayó, porque pagamos el cuarto día hábil de cada mes”. En esa misma línea, el funcionario insistió: “El motivo que dieron quedó demostrado que era falso, ya que se hizo por la decisión de poner cámaras en las cabinas de los trenes y no por el aguinaldo”.

Los ferroviarios comandados por Maturano sostienen que el miércoles decidieron hacer de buenas a primeras un paro en reclamo de pago del aguinaldo, aunque hasta unas pocas horas habían dejado entrever la posibilidad de realizar una huelga en rechazo a la instalación de cámaras en las cabinas de los conductores de los trenes. El titular de La Fraternidad mantuvo ayer la versión del aguinaldo, aunque fue evidente que al sindicato no le satisface que se filme a los maquinistas. “Queremos las cámaras, pero queremos muchas más cámaras para que salgan los verdaderos responsables de los accidentes –aseguró Maturano–. Hay trenes que tienen puertas que no cierran, ni las medidas de seguridad. Nos negamos a sacar esas formaciones y la empresa está constatando esas deficiencias.”

En una rueda de prensa en la que reivindicó la huelga que afectó a cinco líneas ferroviarias y provocó un colapso en el sistema de transporte metropolitano, Maturano estimó que no es necesaria ninguna “autocrítica” del sindicato y declaró que “la medida se podía haber resuelto porque se les pidió a los empresarios y a los funcionarios que nos enviaran si habían hecho el depósito bancario. A las 14 nos cortaron el teléfono y no nos mandaron los depósitos para que podamos levantarla”. En ese marco, amenazó con realizar nuevas medidas de fuerza “si no se soluciona el retroactivo” del aumento de salario que les otorgaron este año.

Otro que amenazó con parar fue Moyano. “Hay malestar generalizado entre los trabajadores por el descuento de Ganancias en el aguinaldo, por eso el conflicto de los recolectores de residuos y seguramente que por eso también pararon los ferroviarios, porque tal vez les pagan el aguinaldo, pero se los saca el Estado con el Impuesto a las Ganancias”, justificó el camionero un posible paro de ese gremio la semana que viene.