La cotización del trigo en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) cerró ayer a 385 dólares la tonelada, 38,9 dólares menos que el jueves. A su vez, la cifra representa una caída de 133 dólares respecto del pico de 518 dólares alcanzado el miércoles 19 de junio. En términos porcentuales, la baja fue de 25,7 por ciento en apenas tres semanas y se explica por la presión que comenzó a ejercer el Gobierno para tratar de ponerle freno a la retención del cereal con fines especulativos que venían realizando distintos actores de la cadena.

La tonelada de trigo en el Matba cerró el año pasado a 219 dólares. A fin de enero había trepado a 259 dólares. Luego se mantuvo relativamente estable hasta fines de abril, cuando cotizó a 288 dólares. En mayo comenzó la escalada. Ese mes trepó 37,1 por ciento y quedó a 395 dólares. En junio la tendencia se mantuvo y el cereal aumentó otro 20,2 por ciento llegando a 475 dólares. Dos semanas después alcanzó el record de 518 dólares, 136,5 por ciento más que a fines de 2012.

Los productores aseguraron que esa escalada obedeció a una mala cosecha, provocada por supuestos desincentivos del Gobierno, que restringió la oferta en un contexto de demanda creciente. Sin embargo, en el Gobierno respondieron que el problema no era la escasez de trigo sino la retención que estaban llevando adelante los principales actores de la cadena con fines especulativos. Por eso, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, comenzó a presionar a exportadores y productores para que vendan el cereal y ahora avanza con la Ley de Abastecimiento.

Un informe de Aacrea reconoció en parte el argumento oficial al recordar que el excedente de la cosecha, luego de abastecer el consumo interno y las exportaciones, debería oscilar entre 715 mil y 1.230.000 toneladas, aunque la entidad advirtió que la calidad del cereal no es acorde al estándar que demandan los productos panificados, lo cual podría estar explicando la suba del precio. No obstante, la caída de los últimos días desmiente ese argumento.