Dom 06.07.2003

EL PAíS  › LA SEGURIDAD YA ES CENTRAL PARA LAS ELECCIONES BONAERENSES

Canas en el centro de la campaña

La violencia y la corrupción policial en la provincia son los dos temas instalados en el centro de la campaña. Interior prometió ayer “un cambio profundo en corto tiempo” y desde el Gobierno se preparan para apoyar a Solá. El rol de la Gendarmería.

Ya no quedan dudas. La inseguridad en la provincia y la corrupción policial se han convertido en los ejes de la campaña por la gobernación bonaerense. “La policía bonaerense va a producir un cambio profundo en corto tiempo más”, anticipó ayer el ministro del Interior Aníbal Fernández, durante una visita a Entre Ríos. El cambio del que hablaba el funcionario parece haber comenzado con el retiro del jefe de la Bonaerense, Alberto Sobrado, y con el estudio de los patrimonios de los comisarios de la fuerza. En la provincia saben que el cambio podría producir reacciones peligrosas y esperan agazapados. Entretanto, dos candidatos a gobernador, el lopezmurphista Hernán Lombardi y el socialista Jorge Rivas, se ocuparon del tema para cuestionar a Felipe Solá.
“Llegamos a la capital provincial para realizar este llamado, convencidos de que la provincia colapsó. El duhaldismo la convirtió en tierra de nadie. No hay seguridad, hay pésimos servicios de salud y de calidad educativa”, aseguró ayer Lombardi, ex ministro de Turismo del gobierno de Fernando de la Rúa, acompañado por el líder de Recrear, Ricardo López Murphy. En sus declaraciones, Lombardi acusó a Solá y a Graciela Giannettasio de ser los “principales actores responsables del desastre que vive la provincia porque siempre estuvieron en el poder”.
En el anuncio de ayer, Lombardi y López Murphy anticiparon los detalles de una convocatoria a “cinco mil ONG de la provincia” dedicadas a la “seguridad, la salud, la justicia y la educación”, que se concretará hoy. De esta forma, López Murphy se metió de lleno en la campaña bonaerense en la que se perfila como uno de sus protagonistas principales. En el PJ bonaerense analizan con atención sus posibilidades electorales en el caso de que se presente como primer candidato a diputado por la provincia, haciendo uso de su domicilio en Adrogué. Desde ese puesto competiría con Chiche Duhalde, que encabeza la nómina del justicialismo.
El otro candidato que salió a hablar de la inseguridad y el desempeño de la Bonaerense fue el socialista Rivas. “El hecho de que el último jefe de la policía provincial haya durado apenas un año ratifica que con la Bonaerense no es cuestión de cambiar un comisario por otro. La corrupción, el abuso de poder, la connivencia con el delito, el gatillo fácil, están demasiado arraigados en las altas jerarquías de la fuerza. A la policía hay que reformarla en serio. Hay que descentralizarla y ponerla bajo el control de la población. Hay que eliminar la injusticia interna, suprimiendo el doble escalafón”, analizó el candidato a gobernador durante una visita a la ciudad de Lobos.
Extrañamente, entre los candidatos que ayer hablaron de la inseguridad en la provincia no estuvieron ni Luis Patti –ex policía y torturador, a quien en La Plata consideran aliado de varios comisarios retirados– y el ex carapintada Aldo Rico.
Desde el gobierno bonaerense salieron a contestarle a Lombardi y a Rivas, y defendieron la labor de Solá en el área de seguridad. “Quienes salen hoy a defenestrar al gobierno provincial tomando como eje un doble discurso de seguridad, son tan oportunistas como irresponsables e incapaces”, acusó el diputado provincial Rogelio Varese, quien preside la Comisión de Seguridad de la Cámara baja bonaerense. “Por un lado, priorizan el tema como cuestión de Estado y por el otro lo utilizan como punto de lanzamiento electoral”, imputó Varese.
En el Gobierno nacional saben que los cruces por la ola delictiva en la provincia y los reclamos populares ante las comisarías podrían prolongarse hasta las elecciones de septiembre –sospechan que podrían tener motivaciones políticas–. Pero se preparan para lo que venga, y prometen apoyar “en todo” al gobernador. Una muestra de eso fue el anunciado desembarco de la Gendarmería en el mayor distrito del país. “O se produce un cambio o este tema no tiene solución –aseguró ayer un ministro del Gabinete en diálogo con Página/12–. Felipe está trabajando sobre ese esquema: hay que profundizar la política de seguridad. A la policía hay que darle conducción.” Lo que resta por saber es cómo actuará la Gendarmería en un territorio controlado por la Bonaerense. “Nosotros no podemos pasar por arriba de ninguna provincia. Simplemente estamos atentos y vigilantes para colaborar con cualquier provincia que, teniendo un problema de preocupación para su gente, necesite que estemos cerca”, dijo ayer Aníbal Fernández, quien -como el gobernador Solá y los ministros nacionales– quiere evitar choques por jurisdicción entre las fuerzas de seguridad.

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