Eugenio Zaffaroni salió ayer a responderle al diario Ambito Financiero. “Es demencial e injuriante decir que afecto a la familia. Yo soy una persona respetuosa de los valores tradicionales”, dijo el abogado nominado por el Poder Ejecutivo para integrar la Corte Suprema de Justicia. En su portada y bajo el título “La izquierda avanza en el copamiento del país”, el matutino de Julio Ramos consideró a Zaffaroni como “un jurista soltero, sin hijos, que favorece el consumo de drogas, la prostitución, y protege más que nadie al delincuente contra el ciudadano común, lo que significa instalar un magistrado antifamilia en el máximo tribunal”.
En sus declaraciones de ayer, el jurista se autocalificó como “un penalista crítico” y confesó que nunca pensó que “podía ser ministro de la Corte ni que nadie podría proponérmelo”, ya que “por el perfil crítico que siempre he tenido, iba a espantar a cualquiera en la política”. Zaffaroni explicó que considera el penalismo crítico como opuesto “a un penalismo de establishment que racionaliza todo lo que el legislador dice. Creo que lo que hacemos es un entrenamiento de lo judicial para que contenga lo que pueden ser eventuales excesos de la legislación”.
Respecto de si es un símbolo de la izquierda, Zaffaroni explicó que tiene “una considerable influencia existencialista, una marcada influencia de autores alemanes sobre todo del realismo, pero no soy marxista, aunque reconozco que Marx es un hito del pensamiento y todos tenemos su influencia, pero eso no es ser marxista”.