Desde Montevideo

Los presidentes Evo Morales, Cristina Kirchner, Pepe Mujica, Dilma Rousseff y Nicolás Maduro.
Imagen: Télam.

La integración regional como “decisión estratégica” fue ratificada ayer en la 45ª Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común, donde primó entre todos los temas de debate la denuncia de espionaje por parte de los Estados Unidos a países miembros del bloque, el repudio a la revocación de permisos de vuelo que sufrió el presidente boliviano Evo Morales en Europa y la reivindicación del derecho de asilo por parte de todos los Estados soberanos, temas que fueron tratados cada uno en un documento en particular, además de figurar en el comunicado conjunto que suele realizarse al finalizar estos encuentros. Al respecto, se decidió, entre otras medidas, denunciar la interferencia de telecomunicaciones ante organismos internacionales y convocar en consulta a los embajadores acreditados en los países europeos involucrados en la maniobra ilegal contra Morales.

“Hoy estamos aprobando resoluciones muy importantes, que tienen que ver no con Evo Morales ni con el Estado Plurinacional de Bolivia, tienen que ver con la dignidad de nuestros países y de nuestros pueblos” celebró, durante su intervención en el plenario la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la decisión del Mercosur de respaldar al mandatario boliviano, de reconocer como universal el derecho de asilo político y de rechazar el espionaje por parte de los Estados Unidos de los países de la región. “Que nadie se equivoque, no es una defensa al presidente y al pueblo de Bolivia, porque cada uno de nosotros esa noche y los días posteriores nos hemos sentido Evo y su pueblo. Nos podría haber pasado a cualquiera de nosotros”, agregó la jefa de Estado, que comparó ese caso con la amenaza de embargo que sufre el Tango 01 en algunos países de Europa. “Es el mundo que estamos viviendo, donde hay nuevas formas de colonialismo, más sutiles que las que conocimos hace dos siglos”, completó.

A su turno, Morales agradeció el apoyo de todos los países de la región y destacó la importancia de las tres decisiones que se tomaron alrededor de ese asunto. En la primera, los miembros del Mercosur manifiestan “el firme repudio a las acciones de los gobiernos de Francia, Portugal, España e Italia al no permitir el sobrevuelo ni aterrizaje de la aeronave” que trasladaba al presidente boliviano, en lo que calificaron como “un acto infundado, discriminatorio y arbitrario”. Al respecto, decidieron respaldar la denuncia presentada por Bolivia ante el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, citar a los embajadores de esos cuatro países en todos los integrantes del bloque para informarles de la decisión, convocar en consulta a los embajadores en los cuatro países europeos y presentar de forma coordinada una nota formal de protesta en cada uno de ellos. Aunque Morales insistió con incluir a los Estados Unidos en este documento, la moción no prosperó.

Sí figura ese país, en mayúsculas y en el título de la segunda decisión, donde se condenan “las acciones de espionaje por parte de agencias de inteligencia de los Estados Unidos” que “afectan a todos los países de la región”, rechazan “la intercepción de las telecomunicaciones” y señalan que “la prevención del crimen así como la represión a los delitos trasnacionales, incluso el terrorismo, debe enmarcarse en el estado de derecho y la estricta observancia del Derecho Internacional”. En ese sentido, el documento propone “trabajar en conjunto para garantizar la seguridad cibernética” en el bloque y solicitar ante la ONU “mecanismos de prevención y sanción”. Para esto, además, se instruyó a la Argentina, como miembro del Consejo de Seguridad, que lleve el tema ante esa instancia.

Por último, el tercero de los textos se ocupa del “reconocimiento universal del derecho de asilo político”. Allí, el Mercosur reafirma “el derecho inalienable de todo Estado de conceder asilo” y sostiene que ese derecho “no debe ser restringido ni limitado en su extensión bajo ninguna hipótesis”. Además, vuelve a apuntar contra los Estados Unidos, esta vez sin mencionarlo, al indicar que “los Estados no tienen derecho de impedir a sus ciudadanos de solicitar asilo, ni tampoco de impedir la implementación de tal derecho fundamental por cualquier medio”, como ser “todo intento de presión, hostigamiento o criminalización de un Estado o de terceros sobre la decisión soberana de cualquier nación de conceder asilo. Y finaliza solidarizándose explícitamente “con los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, que han ofrecido otorgar asilo al Sr. Edward Snowden”, el ex contratista de inteligencia estadounidense que es buscado por haber divulgado detalles del programa de espionaje de ese país.

La presidenta Fernández de Kirchner defendió “la pertenencia” al Mercosur, no sólo “desde lo emotivo, desde lo emocional, desde la identidad histórica, de ser parte de la región, sino también de los resultados que ha tenido en la integración y que ha tenido Latinoamérica” en los últimos años. En ese sentido, indicó que “hoy el ingreso per cápita del mundo es de 10.980 dólares y el de nuestra región por primera vez desde 1980 a la fecha lo supera y es de 11.812 dólares per cápita” y que esos números no son conceptos abstractos sino que “han significado la inclusión social de millones de compatriotas que carecían de trabajo, que no tenían educación, que no tenían salud; de millones de ancianos que no tenían cobertura previsional; de miles y miles de científicos que emigraban por falta de oportunidades; de jóvenes que no podían llegar a nuestras universidades, porque ni siquiera podían terminar el colegio secundario o porque ni siquiera tenían los medios para hacerlo”.

La mandataria también sostuvo que “la situación del mundo actual” obliga a “pensar nuevas estrategias” orientadas a potenciar el mercado interno, la integración productiva, el aprovechamiento de las “inmensas ventajas” que ofrecen los recursos naturales de la región. “El riesgo que atravesamos es que se intente, ante una nueva configuración del mundo, reprimarizar nuestras exportaciones y recuperar los términos de intercambio de otrora, que permitían precisamente que nuestras materias primas valieran muy poco y por eso el gran desafío es el valor agregado en nuestras regiones, la industrialización, la complementariedad y la mayor integración”, señaló la mandataria. En ese sentido, el comunicado conjunto de los presidentes que se publicó tras el plenario apunta a “coordinar e implementar acciones que permitan atenuar el impacto de la crisis internacional sobre las economías del bloque, sostener la demanda interna, contribuir a la generación de empleo y proteger a los más vulnerables”.

La Cumbre significó también la asunción de Venezuela como presidente pro témpore del bloque al que se unió el año pasado y la participación de Bolivia por primera vez como miembro pleno, a pesar de que resta para completar ese trámite la aprobación de los parlamentos de cada uno de los países que conforman el Mercosur. Además, tal como estaba previsto, se decidió cesar con la suspensión que pesaba sobre Paraguay desde el golpe de Estado institucional que derrocó al ex presidente Fernando Lugo, de forma tal que a partir del 15 de agosto, cuando asuma el nuevo mandatario electo Horacio Cartes, ese país esté en condiciones de reasumir plenamente su membresía, que quedará supeditada a la aprobación por parte del Parlamento paraguayo de todas las decisiones tomadas mientras duró la suspensión. También se celebró la incorporación como miembros asociados de Surinam y Guyana, los únicos dos países de Sudamérica que todavía no participaban del bloque.