EL PAíS
› LLEGO DUHALDE Y PLANEA REUNIRSE CON KIRCHNER
Buenos Aires, la prioridad
Tras su largo descanso el ex presidente vuelve y comienza a ocuparse del debate sobre las listas electorales de su provincia. El debate central es si habrá cambios. Duhalde no parece quererlos.
Se terminaron las vacaciones. Eduardo Duhalde llegó ayer al país y ahora lo espera una abultada agenda de trabajo, en la que no se descarta un encuentro con el presidente Néstor Kirchner. De todos modos el ex mandatario ya fijó claramente que su prioridad será la provincia de Buenos Aires, su histórico distrito, y en donde no dejan de producirse fuertes cortocircuitos por el armado de las listas de candidatos a diputados que acompañarán a Felipe Solá en la aventura de revalidar su título de gobernador.
Si bien ya hubo algunos contactos telefónicos, Duhalde tiene en carpeta encuentros personales con los integrantes del Consejo Justicialista bonaerense. El órgano que preside Manuel Quindimil se reúne todos los martes y la semana pasada contó con la sorpresiva presencia de Chiche. Nadie cree que el ex presidente se aparezca hoy por la sede porteña de los bonaerenses, que cuenta con oficinas sobre el café Tortoni, pero tampoco lo descartan.
Duhalde decidió cultivar el bajo perfil, al menos durante las próximas horas. En su entorno aseguran que recién comenzará a publicitar sus actividades una vez que Néstor Kirchner inicie su mini gira europea, la semana que viene. No es casual: no quiere el mínimo cruce público con el Presidente, lo que no quita que sí se produzca un contacto reservado para hablar de distintas jugadas electorales, en las que no coinciden.
El distrito bonaerense es uno de ellos. El duhaldismo se ha negado a la posibilidad de “abrir” la lista de candidatos acordada en febrero pasado. Aníbal Fernández, actual ministro del Interior y una de las orejas de Duhalde, ya dijo sin ambages la semana pasada a Página/12 que la boleta será “intocable” y que “no existió, no existe y no existirá pedido de kirchner para abrir las listas de diputados”.
Para no chocar con los duhaldistas de paladar negro, el propio Solá se mostró cauto ayer, asegurando que las listas las armó Duhalde como jefe partidario y que únicamente de él depende cualquier cambio. “Es una lista que fue hecha básicamente por el Presidente, en la que él puso una gran cantidad de personas que son importantes o conocidas”, señaló el mandatario provincial.
Todos saben de sus propios deseos de rearmar la nómina de candidatos. Y que al hablar de personas “conocidas” –que en el diccionario de Solá significa “indeseables”– hizo alusión a su enemigo interno Carlos Ruckauf, hoy tercero en la lista de aspirantes a diputado. Solá se cuida de hablar mal del ex canciller, pero deja que eso lo haga su ministro de Trabajo, Mariano West.
Por ahora, cerca de Duhalde también se niegan a la posibilidad de que distintas listas se cuelguen de la candidatura de Solá. Especulan con una derrota en la propia interna que tienen con el gobernador ya que dan por seguro que de esa manera Solá reuniría más votos –por la suma de las distintas boletas– que, por ejemplo, Chiche Duhalde, cabeza de candidatos a diputados por el PJ.
Lo que, en cambio, no descartan algunos hombres del ex presidente es la apertura de la lista para extrapartidarios. No dan nombres, pero allí cae de maduro Eduardo Sigal, quien recientemente desistió de su candidatura a gobernador. En los pasillos de la Casa Rosada hace rato que se dice que Sigal es el hombre Kirchner vería con agrado dentro de la lista del PJ bonaerense.
Fernández insinuó ayer de qué se trata el acuerdo que permanentemente Duhalde y Kirchner niegan. Dijo que el ex mandatario “no va a inmiscuirse en las gestiones del gobierno federal” y que sí en cambio “va a tomar cartas en el asunto” en las provincia de Buenos Aires”, distrito en el que aparentemente el actual Presidente no tendrá injerencia.
Por supuesto que la agenda de Duhalde trasciende la provincia. También deberá resolver varios entuertos electorales: el porteño, donde el PJ juega con Mauricio Macri y el Presidente se inclinó por Aníbal Ibarra; el de Misiones, donde preferiría respaldar –en llamativa coincidencia con elmenemismo– a Ramón Puerta antes que la reelección de Carlos Rovira, pese a que en este pone sus fichas Kirchner.
Tampoco está claro que sucederá en Entre Ríos, donde Jorge Busti cuenta con el aval del duhaldismo pero aún no recibió un apoyo expreso de la Casa Rosada, y en Catamarca, donde el perfil antibarrionuevista llevó al Presidente a respaldar al Frente Cívico de Oscar Castillo pero no se sabe qué postura adoptará Duhalde.