Ya venía militando en silencio pero al final se decidió. “Estaban a última hora con el cierre de la lista (del Frente para la Victoria), me llamó el intendente de Berisso (Enrique Slezack) y me dijo que quedaba el último lugar en la lista de candidatos suplentes a concejales, que si no me ofendía me lo ofrecía a mí, y le dije que sí”, cuenta a Página/12 Rubén López, el hijo mayor del desaparecido Jorge Julio López. “Cómo me voy a ofender, lo tomé como un reconocimiento a lo que ya venía haciendo en el barrio”, agrega. Aunque aclara que no es un “político de raza” y que no va a dejar su oficio de carpintero, se lanza porque lo entiende como “un compromiso militante, como hizo mi papá en su momento”.

Rubén López participó junto al municipio en la realización de la plaza que lleva el nombre de su padre, en calles 66 y 52, y a partir de ahí comenzó a tomar contacto con la militancia kirchnerista en Los Hornos. “El intendente ya me había ofrecido ser secretario de Derechos Humanos y ahí empecé a trabajar más a fondo”, comenta. Aunque va poco a los actos de campaña porque reparte su tiempo entre el trabajo y el armado de la fundación Memoria Abierta –de la cual prefiere no dar aún detalles salvo que estará destinada a ayudar a quienes “les ocurra lo mismo que nos pasó a no-sotros”, adelanta– tiene una definida opinión sobre el espacio en el que decidió ingresar y la oposición. “Todo lo que hizo el gobierno nacional en estos años es muy importante, siempre hay cosas por hacer, pero no podemos negar que la Asignación Universal por Hijo, las subas a los jubilados y la ayuda a los más necesitados son muy importantes”, dice como candidato del Frente para la Victoria. Y plantea que el Frente Renovador que lidera Sergio Massa “es un rejunte, no están juntos a favor de los ciudadanos sino ‘en contra de’, y eso no construye, igual que muchos otros dirigentes opositores que hace dos años se insultaban y ahora están juntos”.

–¿Qué sintió cuando la Presidenta dijo que hoy no desaparece nadie?

–Aún no me habían convocado como candidato, aunque ya venía ayudando hace tiempo en tareas sociales en el municipio. Pero no hubiera cambiado nada porque, aunque no puedo interpretar la frase, creo que se refirió a que hoy en día la critican y la maltratan, y se merece respeto. Para mí quiso decir otra cosa, algún día espero poder charlarlo con ella. Hay muchos desaparecidos en diferentes contextos, Luciano Arruga, María Cash, Iván Torres, Marita Verón, Miguel Bru, Sofía Herrera, y el caso de mi viejo es más especial aún. No debe haber otro igual en el mundo, de alguien que haya de-saparecido dos veces, en dictadura y en democracia.

–En su momento pareció que usted y su familia culpaban a la política por la tragedia que sufrieron con la desaparición de su padre. Sin embargo, su decisión indicaría lo contrario.

–Es la Justicia la responsable que no nos da pelota, no la política. Está todo bien si la política la hago a mi manera. No venimos a vivir de la política, vamos a seguir trabajando. Y qué mejor lugar que el partido de gobierno para tratar de criticar en forma constructiva.

–¿En qué forma participa de la campaña?

–Voy a algunos actos para aprender, escuchar los problemas de los vecinos para poder ayudarlos. No vengo de la política, tengo otra visión, y quizá eso es mejor porque padezco los mismos problemas que esos vecinos. Es cierto que vengo yo en la lista y soy el que apaga la luz (ríe). Pero no importa que sea simbólico, porque soy parte de una construcción colectiva.

Apenas se conoció su candidatura, Ruben López hizo declaraciones y mencionó el inminente séptimo aniversario de la desaparición de su padre, sobreviviente de la dictadura que con su testimonio contribuyó a la condena del genocida Miguel Etchecolatz. “Lo vivo con bronca e impotencia –dijo–, pero en el fondo tengo esperanza de saber algo de él.”