EL PAíS › LA OPOSICION RENUEVA 80 DIPUTADOS CONTRA 47 DEL OFICIALISMO
La perspectiva es que el oficialismo aumente su representación en la Cámara baja. Los opositores ponen en juego las bancas que consiguieron en 2009 y para retenerlas deberían repetir la elección de aquel año, que fue la mejor que hicieron desde que el kirchnerismo llegó al poder. El escenario para los oficialistas en el Senado se presenta más complejo.
› Por Miguel Jorquera
Sólo los candidatos de los espacios políticos que logren superar en las primarias de hoy el piso del 1,5 por ciento del padrón en cada distrito que exige la Ley Electoral podrán aspirar a reemplazar en octubre a los diputados electos en 2009. Entonces la oposición realizó su mejor elección legislativa a lo largo de toda la década de gobiernos kirchneristas, por lo que ahora los nuevos reagrupamientos y alianzas opositoras arriesgarán casi el doble de bancas que el oficialismo y sus aliados (80 y 47, respectivamente). En cambio, los senadores que terminan su mandato en representación de 8 de los 24 distritos electorales del país llegaron a la Cámara alta junto con la elección de 2007 que consagró presidenta a Cristina Fernández de Kirchner con un importante respaldo legislativo que pondrá en juego en octubre: en el Senado debe renovar 11 bancas propias y otras 4 de aliados, frente a 9 de la oposición. De todas maneras, según la mayoría de los sondeos previos que le asignan una elección complicada en los principales distritos electorales, el kirchnerismo mantendría su mayoría y quórum propio en el Congreso, podría aumentar su representación en la Cámara baja y perdería un puñado de bancas en el Senado.
Unos 30,5 millones de electores estarán habilitados hoy en todo el país –un 5,9 por ciento más que en 2011– para dirimir en esta segunda experiencia de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) quiénes serán los candidatos de las distintas fuerzas políticas y frentes electorales que disputarán en las elecciones generales del 27 de octubre. Ese día será la votación definitiva para renovar la mitad de la Cámara de Diputados (127 de las 257 bancas) y un tercio del Senado (24 de las 72 bancas).
Los cuatro principales distritos electorales del país concentrarán la atención en la elección de diputados, debido a la cantidad de bancas que se eligen en cada una de ellos. En la cima del podio está la provincia de Buenos Aires, que con 11,3 millones de electores (el 37 por ciento del padrón nacional) renueva 35 diputados nacionales. Aquí también, los distintos frentes y alianzas opositoras ponen en juego más bancas propias (23) que el kirchnerismo (12).
El Frente para la Victoria bonaerense renueva 11 bancas propias, incluidas las de dos díscolos que ahora serían reemplazados por legisladores más fieles, además de la banca que dejó vacante su aliado Martín Sabbatella (Nuevo Encuentro) cuando asumió al frente de la Afsca. Con los datos que le asignan las encuestas previas, el kirchnerismo podría mantener y aumentar sus diputados si alcanza los guarismos de los sondeos y los repite en octubre. En cambio, el peronismo anti K es el que más arriesga con 11 diputados propios, aunque esta vez dividido en dos listas diferentes: la del massismo y el frente entre Francisco de Narváez y Hugo Moyano. A ellos habría que sumarle las tres únicas bancas del PRO bonaerense, que ahora irán por su reelección en la boleta del intendente de Tigre, Sergio Massa. En tanto, la alianza no peronista del Frente Progresista debe renovar 8 (4 la UCR; 2 el GEN y 2 la CC). El centroizquierda Podemos sólo 1.
Algo similar sucede en los otros tres grandes con lugares en el podio: la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Los porteños renuevan 13 bancas de diputados nacionales, de las cuales solo una corresponde al kirchnerismo (la del aliado Carlos Heller, de Nuevo Encuentro) por lo que una buena elección le permitiría aumentar su representación por la ciudad. Las otras 12 pertenecen a distintas fuerzas: 5 al oficialista porteño PRO; 3 a Proyecto Sur; 2 a la CC; 1 la UCR y 1 UP.
Santafesinos y cordobeses eligen 9 diputados nacionales cada uno. En Santa Fe, 3 le corresponden al kirchnerismo y 6 a la oposición. Mientras que en Córdoba 8 son opositores y solo 1 responde al kirchnerismo. En ambas provincias el oficialismo nacional podría ampliar su representación en el Congreso Nacional aún perdiendo las elecciones locales, como presagian los sondeos, que lo ubican entre el segundo y el tercer lugar en intención de votos.
Un escalón más abajo en la cantidad de electores se ubican Mendoza y Entre Ríos, donde en ambos casos se eligen cinco diputados nacionales. Aquí se repite el mismo esquema anterior, donde la oposición que realizó una muy buena elección en 2009 arriesga más que lo que le vaticinan ahora las encuestas. En Mendoza, como hace cuatro años, la UCR vuelve a liderar la intención de voto. En esa provincia, en la que volvió al gobierno en 2011, el kirchnerismo podría sumar, aun desde un segundo lugar, algún diputado más al único que renueva. De los otros cuatro, dos son de la UCR, y las otras bancas se reparten entre el PDP y el peronismo disidente. Los entrerrianos, en cambio, le darían ahora el triunfo al Frente para la Victoria, que renueva una sola banca contra cuatro de distintas fuerzas opositoras.
La situación se invierte en Chaco y Tucumán que eligen cada una 4 diputados nacionales. En ambas provincias, el oficialista FpV aspira a repetir y aumentar la elección legislativa de 2009: en Tucumán tiene 3 de las 4 bancas y en el Chaco reparte por mitades la representación parlamentaria nacional con la oposición.
Las provincias de Catamarca, Corrientes. Jujuy, La Pampa, Misiones, Neuquén, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz y Santiago del Estero eligen tres diputados nacionales cada una, con diferentes situaciones.
El oficialista Frente Cívico Santiagueño, que adhiere al kirchnerismo, buscará conservar los tres diputados propios frente a la oposición que al menos intentará arrancarle una banca. Lo mismo intentará el kirchnerismo en Jujuy, La Pampa, Misiones y San Juan, donde tiene dos de las tres bancas. Mientras que en Catamarca, Corrientes y Salta, el kirchnerismo tiene posibilidades de revertir la ecuación, que hasta ahora es de dos bancas opositoras y una K. En Neuquén, el kirchnerismo tratará de conseguir al menos una banca de las tres; allí dos de ellas están ahora en manos del aliado provincial Movimiento Popular Neuquino y una de la UCR. Algo parecido intentará en su ex bastión santacruceño, donde la única banca que el kirchnerismo ostentaba de las tres que elige la provincia quedó en manos de la esposa del ahora gobernador opositor Daniel Peralta. En San Luis, intentará arrebatarle al menos uno de los tres diputados que ahora responden a los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá.
Las restantes provincias, las menos pobladas, eligen apenas dos diputados nacionales cada una. En Chubut el kirchnerismo tendrá que hacer un gran esfuerzo para mantener las dos bancas actuales. En Formosa, Río Negro y Tierra del Fuego se repartirían en partes iguales entre oficialismo y oposición. En cambio, en La Rioja, el oficialismo recuperaría al menos una de las dos bancas, porque la que lo representaba quedó en manos de Jorge Yoma ahora enrolado definitivamente en la oposición.
En la Cámara alta, la situación del oficialismo es más compleja y el kirchnerismo tiene que intentar repetir una de sus mejores elecciones nacionales para mantener su condición de mayoría. Al menos en la previa, no tendría dificultades para retener las bancas por Entre Ríos y Chaco, donde el kirchnerismo gobierna y los sondeos le son auspiciosos para conservar los dos senadores por la mayoría, mientras que la UCR seguiría con la de la primera minoría. En Río Negro la situación es similar, pero la elección aparece como más pareja.
En Salta y Santiago del Estero el kirchnerismo podría dar vuelta la actual situación y quedarse con las dos bancas por la mayoría que ahora están en manos del peronismo opositor en Salta y del radicalismo santiagueño.
Mucho más difícil es el panorama en Tierra del Fuego y la Ciudad de Buenos Aires. Los actuales tres senadores fueguinos son aliados del oficialismo nacional: dos responden a Nuevo Encuentro y el restante a Unidad Fueguina. En octubre el FpV irá por la mayoría para retener al menos dos senadores; en el peor de los casos apenas conservaría uno. En la Capital Federal, el kirchnerismo tiene una banca propia y la de un aliado circunstancial como el ex CC Samuel Cabanchik. Las encuestas para las PASO muestran al PRO ganador entre el electorado porteño. Por eso el kirchnerismo buscará en octubre preservar al menos la banca de Daniel Filmus. Según los sondeos lo lograría, aunque la gran duda es si el ganador de la interna de Unen podrá mantener cohesionada a esa alianza y si los electores que no voten a quien gane la primaria se mantendrán fieles a esa coalición como para disputarle al kirchnerismo la senaduría por la primera minoría.
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