Los resultados de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) generaron cautela en el kirchnerismo, aunque firmeza en el camino planteado como estrategia electoral. “No somos una fuerza política que actúe espasmódicamente. No va a haber grandes cambios, sí ajustes en donde encontremos algunas fallas en la campaña de las PASO”, confió a Página/12 un funcionario de la Casa Rosada al analizar y anticipar los pasos a seguir. En la provincia de Buenos Aires, el candidato Martín Insaurralde ratificó la línea de la campaña, luego de reunirse con el gobernador Daniel Scioli y algunos intendentes para analizar las elecciones del domingo.

“Las PASO permiten ajustar los detalles que no ves en el terreno. Vamos a afinar la sintonía en los lugares donde veamos que faltó algo: hacer más recorridas, hablar más con la gente y que, en el caso de la provincia de Buenos Aires, a Insaurralde lo reconozcan cada vez más como el candidato kirchnerista”, aseguraban en los pasillos de Balcarce 50 ante la expectativa que se había originado después de conocerse el escrutinio definitivo de las PASO. “Por supuesto que la idea es conseguir la mayor cantidad de votos posible. Pero no vamos a haber cambios sustanciales en la campaña”, agregó anticipando que el Frente para la Victoria continuará con el camino electoral trazado para las primarias.

El primer lugar a nivel nacional que logró el FpV con la suma de los sufragios emitidos en todas las provincias permitió exhibir un logro a los kirchneristas. Esto y la tendencia creciente del candidato bonaerense –Insaurralde comenzó con casi doce puntos de diferencia con el intendente de Tigre, Sergio Massa, y terminó a poco más de cinco– generaron ciertas expectativas de cara a las legislativas del 27 de octubre. Aunque en casi todo el espectro oficialista se tomó nota de los resultados que fueron por debajo de lo esperado, los dos meses intermedios abren la puerta para “mejorar escuchando a la gente”, como planteó el intendente de Lomas de Zamora desde un principio.

Así, después de tomarse un breve descanso, el kirchnerismo bonaerense se reunió ayer en la Casa Néstor Kirchner en la ciudad de Buenos Aires para analizar los resultados de las PASO. El gobernador Scioli junto con los candidatos Insaurralde y Juliana Di Tullio mantuvieron un encuentro con intendentes como Julio Pereyra, de Florencio Varela; Fernando Gray, de Esteban Echeverría; Alejandro Granados, de Ezeiza; Jorge Ferraresi, de Avellaneda, y el ex intendente de Berazategui y actual secretario de Ambiente, Juan José Mussi, entre otros. Scioli explicó más tarde que en el encuentro acordaron que había que “desdramatizar el resultado de las PASO. Nosotros creemos en lo que estamos haciendo”, a la par que destacó el desempeño electoral de Insaurralde.

“Estuvimos con el ministro de Seguridad bonaerense (Ricardo) Casal y el gobernador (Daniel Scioli), a quienes les pedimos por la ley de Policía Municipal, porque es un tema que nos ocupa en nuestros municipios”, sostuvo Insaurralde sobre la reunión de los jefes comunales con el gobierno provincial. Metiendo el tema seguridad en la campaña con mayor decisión, el intendente de Lomas de Zamora anticipó que los proyectos que se encuentran en la Legislatura bonaerense deben ser tratados. Ya con la campaña rodando, los candidatos inauguraron junto a Scioli un centro comercial y una sala de pediatría del Hospital Gandulfo.

Scioli se mostró más incisivo a la hora contestar las chicanas que Massa le había enviado el lunes, cuando refiriéndose al gobernador bonaerense parafraseó el eslogan de campaña kirchnerista: “En la vida hay que elegir”. “Elegí, elijo, y seguiré eligiendo lo que entiendo que es lo mejor para la Argentina, para mi responsabilidad institucional y para la provincia de Buenos Aires”, señaló el ex motonauta y agregó: “Elijo venir trabajando junto a la Nación. Elijo las cloacas, las viviendas y la ley de fertilización asistida. Esa es la fuerza de los hechos”.

Así las cosas, mientras todos los partidos políticos se reúnen para analizar los resultados, en el FpV hacen lo propio aunque sin rasgarse las vestiduras. “La militancia sabe lo que hay que hacer en estos casos. Salir a la calle a convencer a los que dudaron y ponerse hombro con hombro para mejorar lo hecho hasta ahora”, sostenían anoche en la Casa Rosada. “Primero vamos a escuchar el mensaje de la Presidenta (encabezará hoy un acto en Tecnópolis). Por ahora los números no son los mejores, pero tampoco son malos: sacamos 396 mil votos más que en el 2009”, agregó el dirigente que se encontraba con la calculadora y los resultados comparativos sobre el escritorio. Llevando la votación a una metáfora futbolística, el armador electoral destacó que “hasta ahora se jugó por los porotos; el próximo partido es por los puntos. Vamos a apostar a nuestra estrategia y a las líneas planteadas: podemos decir que jugamos con un 4-4-2 clásico con el mejor enganche que se puede tener en el país”, poniéndole figurativamente la camiseta 10 en la espalda a la Presidenta.