Cristina Fernández de Kirchner decidió doblar la apuesta. En un discurso encendido, tres días después de las primarias abiertas, la Presidenta propuso “dar el debate” de fondo y sentarse a la mesa “con los verdaderos dueños de la pelota” a discutir “las políticas económicas” y “el modelo de país”. En su mensaje, la mandataria fue muy dura con los dirigentes de partidos opositores, a quienes no mencionó y describió como “representantes o gerentes” de los “intereses” con los que plantea un nuevo escenario de negociación directa: los bancos, la industria, el movimiento obrero organizado.

Además, CFK volvió a hacer énfasis en “el ocultamiento” y “la distorsión permanente” de ciertos medios de comunicación y, en tono combativo, aseguró que “lo que vienen a proponer” los candidatos de la oposición “es lo que en la Argentina se nos cayó en el año 2001”. A eso, contrapuso la necesidad de “profundizar las bases del modelo de industrialización, de la educación universitaria, las políticas de inversión en ciencia y tecnología, la administración de los recursos de los trabajadores, para que vuelvan al consumo y reactiven la economía”. Por último, advirtió: “Yo no soy eterna, pero las políticas económicas que han permitido todas estas cosas que hemos hecho tampoco son eternas. Se pueden cambiar”.

En un acto realizado en Tecnópolis, convocado por el lanzamiento del programa Agrovalor, la Presidenta se mostró respaldada por su gabinete en pleno, gobernadores aliados y otros dirigentes relevantes del kirchnerismo a la hora de dar su primer discurso después de hablar el domingo, cuando se realizaron las primarias. Allí, les bajó el precio a los candidatos y dirigentes opositores que protagonizaron la jornada electoral y pretenden proyectarse hacia 2015, al tiempo que sostuvo que muchas de las conquistas adquiridas durante la última década “van a dejar de estar si se cambian las políticas económicas” que sostiene el Gobierno.

“Aquel que consiguió su trabajo, que tiene un buen salario, que ya consiguió comprarse el auto o que está haciendo su casa Pro.Cre.Ar o aquellos que obtuvieron, por ejemplo, una vivienda de un plan federal, muchas veces creen que todo esto ya está. No, ya está no, si se cambian las políticas económicas deja de estar”, advirtió CFK, quien se mostró dispuesta a debatir las medidas que lleva adelante su administración y que son criticadas por opositores.

“Donde haya errores los corregiremos, porque tampoco somos obcecados ni tontos –aseguró la jefa de Estado–. Pero queremos discutirlo en la mesa grande, con los verdaderos jugadores, no con el banco de suplentes que me ponen en las listas. Quiero a los titulares para discutir, quiero a los directores técnicos para discutir. Yo no soy suplente de nadie, soy presidenta de los 40 millones de argentinos y quiero discutir con la UIA, con los bancos, con los compañeros de los sindicatos, con los verdaderos actores económicos”, manifestó.

En el oficialismo interpretaron las palabras de la mandataria como un llamado a reflotar la idea de “pacto social” que se había propuesto a comienzos de su primer mandato y quedó enterrada tras el conflicto con el agro pocos meses más tarde. “Es una forma de correr el eje de la discusión de los eslóganes a las ideas. Que se discuta francamente cuáles son las recetas que proponen como alternativas y cuáles sus consecuencias en la sociedad”, interpretaba ayer un funcionario cercano a la mandataria. Los distintos sectores mencionados en el discurso reaccionaron favorablemente ante la convocatoria (ver aparte).

Fernández de Kirchner también criticó a aquellos candidatos que prometen que el ciudadano “va a recibir mejor salario, que va a tener casa o asignación familiar” a partir de una ley que presente en el Congreso. “La economía no se hace con leyes. Se tienen beneficios sociales por un proyecto político de país que tiene una política económica y una convicción de servir a los intereses del país –sostuvo–. Cuando tomás una medida en la economía, eso termina repercutiendo en todos los sectores de la economía y muchas veces las buenas intenciones terminan en horribles resultados.”

La Presidenta luego puso en duda la cualidad de novedoso que se adjudican algunos dirigentes opositores: “Nuevo, lo que se dice nuevo, no hay nada, son todos viejos conocidos, viejos conocidos y mal conocidos”, sostuvo, dirigiendo los misiles hacia Tigre. “Estas cosas tenemos que discutirlas sin agravios y sin insultos. Yo quiero discutir de políticas, quiero hablar de políticas concretas, quiero que me expliquen cómo hago para sacar plata de un lado y no sacársela al otro o que la tenga que poner el otro, porque en economía, cuando vos le das a uno es porque le dejaste de dar a otro, no hay ninguna otra posibilidad”, agregó.

Por último, volvió a apuntar contra los medios de comunicación por “el ocultamiento” y “la distorsión permanente” de las noticias, poniendo como ejemplo el resultado favorable al Frente para la Victoria en la Antártida y la comunidad qom La Primavera, en Formosa, dos lugares que el discurso de algunos periódicos y señales de radio y televisión suelen reportar como profundamente antikirchneristas.

“¿Te das cuenta cómo distorsionan, cómo mal orientan, y mucha gente se informa de esa manera? La gente no tiene la culpa tampoco. Cuando se dan cuenta después, siempre es tarde. Se dieron cuenta cuando perdieron el laburo, cuando les bajaron el sueldo, pero ya es tarde”, indicó.

Avanzada la jornada de ayer, molesta con la cobertura que le dieron esos mismos canales y diarios a su discurso, insistió con el tema vía Twitter (ver aparte), antes de embarcarse en el Tango 01 con destino a Paraguay, donde hoy participará de la ceremonia de asunción del presidente Horacio Cartes.