EL PAíS › UN DEBATE ABIERTO A PARTIR DE LOS DICHOS DE ELISA CARRIó
“No se puede estar predicando el golpe de Estado”, dijo Kunkel. José De Mendiguren, del FR, y Federico Pinedo, del PRO, se defendieron.
Elisa Carrió logró volver a instalarse en el centro de la escena política en plena campaña electoral. La candidata porteña de Unen insistió en denunciar un intento de “golpe institucional” contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que enmarcó en la “guerra por la sucesión” dentro del Partido Justicialista y con apoyo de “sectores empresarios”. Las réplicas no se hicieron esperar. “No se puede estar predicando el golpe de Estado, la desestabilización ni el caos”, respondió el kirchnerista Carlos Kunkel frente al espíritu profético de la chaqueña, además de considerar que las “diferencias de proyectos” en el justicialismo “se deben dirimir en elecciones internas”. El empresario y candidato del Frente Renovador José Ignacio De Mendiguren instó a Carrió a ir a la Justicia y afirmó que el massismo está “comprometido en garantizar la gobernabilidad”. El macrista Federico Pinedo también le salió al cruce y sostuvo que los dichos de Carrió son “argumentos de campaña” y los calificó como “disparates” y “delirios”.
“Esto es pelea pura del PJ con sectores empresariales: algunos con ansiedad devaluatoria, otros con necesidad de impunidad”, soltó Carrió, la candidata porteña del frente que se presenta como “alternativa” al peronismo. “El Gobierno antes acusaba de golpistas a todos, ahora dice que hay planteos destituyentes porque sabe cuál es la interna del PJ y sabe que parte de sus ministros están en esa interna”, deslizó la chaqueña, para luego señalar como parte de la puja a los titulares de Planificación Federal, Julio De Vido, y de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, a quienes les adjudicó “aspiraciones de impunidad”.
“Es la guerra por la sucesión”, volvió a insistir Carrió en declaraciones radiales. “Levantar el mínimo no imponible es porque se sabía, en conversaciones de ese fin de semana, que prácticamente todo el sindicalismo se iba al sector de (Sergio) Massa”, dijo Carrió para justificar el polémico paralelo que trazó entre la Presidenta y María Estela Martínez de Perón: “Yo por eso hablé de Isabel, no porque ella sea ‘Isabel persona’ ni que tenga sus características, (sino porque) Isabel queda fuera del sindicalismo”, recordó fiel a su estilo provocador.
Kunkel salió a responderle. “No se puede estar predicando el golpe de Estado, la desestabilización ni el caos”, sostuvo el diputado kirchnerista sobre los dichos de Carrió. Kunkel reconoció “diferencias de proyectos” en el PJ que podrían ser zanjadas en “elecciones internas” bajo el viejo axioma peronista: “El que gana conduce, el que pierde acompaña y el que perdió por mucho quedó afuera”.
En tanto, su compañera de bancada, la diputada María Teresa García, sostuvo que “sin coincidir plenamente con Carrió, creo que hay un clima enrarecido” que le atribuyó a que “estamos en un período preelectoral y, para conquistar el voto de la gente, a veces se dicen cosas que son riesgosas y se plantean propuestas inconsistentes y de difícil o casi nula aplicación”, en alusión al Frente Renovador. Igual, García dijo que “es público que hay distintos sectores de poder económico concentrado, incluso del poder mediático concentrado, que atentan contra la estabilidad y el desarrollo de nuestro gobierno”.
De Mendiguren salió en defensa propia y del massismo. “Me cuesta creerlo, pero bueno, está en quien lo dice y por la gravedad (de la denuncia) me parece que la Justicia es el camino”, sostuvo el candidato a diputado del FR y ex titular de la UIA, a quien Carrió señaló como uno de los que presionó al ex presidente Fernando de la Rúa para que devalué la moneda bajo la amenaza de “golpearlo” políticamente. Luego, el empresario agregó que Massa tiene el “compromiso de aportar todo lo que esté a su alcance para garantizar la gobernabilidad, no sólo política, sino económica de la Argentina” hasta 2015.
Para el macrista Pinedo las denuncias de Carrió son un “disparate”, aseguró que son “argumentos de campaña” y calificó como “un delirio” que Mauricio Macri –como sugirió la chaqueña– haya participado en un intento de desestabilización institucional. Aunque sin nombrarla, Pinedo devolvió las acusaciones a Carrió: “Hay otros sectores que tienen rasgos destructivos”, afirmó.
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