Al votante porteño, más le vale entrar hoy al cuarto oscuro con la opción electoral ya elegida, porque la oferta en ese lugar puede llegar a confundir al desprevenido y, mucho más, al indeciso. Son veinticuatro las boletas que encontrará en las mesitas, de las cuales sólo siete son listas completas con legisladores, diputados y senadores. El resto, las otras diecisiete, son boletas “cortas” que apuestan al uso de las tijeras como principal esperanza para meter al menos un aspirante en la Legislatura. Allí se renuevan 30 bancas. Los que más arriesgan son el PRO y sus aliados (12 sobre el total de 28 que tienen), mientras que de los bloques que integran la alianza Unen salen seis de los nueve actuales y del interbloque kirchnerista otros seis de los dieciséis que hoy lo integran.

Los legisladores que terminan su mandato el 10 de diciembre son los que entraron tras las elecciones de 2009, en las que Proyecto Sur tuvo una muy buena elección y el kirchnerismo, un desempeño muy pobre. ¿Qué puede cambiar en la geografía de las bancas después de hoy?

En la actual composición de la Legislatura, el PRO tiene 26 diputados propios y dos aliados; la segunda fuerza es el Frente para la Victoria, que cuenta con nueve pero suma otros tres de Nuevo Encuentro, tres del ibarrista Frente Progresista Popular y un unipersonal, lo que hace un total de 16. Proyecto Sur es la tercera fuerza, pero de los seis legisladores que lo integraban, dos se fueron cuando Pino Solanas hizo su alianza con Elisa Carrió. Algo parecido ocurrió con los tres legisladores que hoy forman Buenos Aires para Todos, que habían sido electos por esa lista. La UCR tiene dos y otros tres tienen bloques unipersonales.

El PRO renueva diez diputados propios más los dos aliados que responden a Patricia Bullrich (Juan Arenaza y Adriana Montes). No le va a ser fácil reponer a todos los que salen, al menos si su cabeza de lista, Iván Petrella, repite a nivel local el porcentaje que obtuvieron Gabriela Michetti y Sergio Bergman.

Los partidos que hoy forman Unen renuevan seis bancas: dos de la Coalición Cívica, dos de Proyecto Sur y dos de la UCR. Son los que más chances tienen de crecer, aunque lo más seguro es que cuando asuman, cada uno haga bloque con su partido de origen y sólo actúen “coordinando acciones legislativas”, como adelantan sus candidatos. Si logran incorporar diez legisladores (el piso con el que especulan), tres serán de la Coalición Cívica, dos de Proyecto Sur, dos radicales, un socialista, una vinculada con Martín Lousteau, además del número uno de la lista, Gustavo Vera, de la ONG La Alameda.

El kirchnerismo también puede ganar algún legislador por sobre los que salen. De su banca propia renueva apenas tres, más tres de sus aliados (Delia Bisutti de Nuevo Encuentro y María Elena Naddeo, del FPP, y Claudio Palmeyro). El sabbatellismo está integrado en la lista que encabeza Jorge Taiana, con un seguro tercer lugar para José Cruz Campagnoli. Naddeo es segunda en la colectora Alternativa Popular, que encabeza Pablo Ferreyra, del Frente Cultural Raymundo Gleyzer.

El Frente de Izquierda podría hacer pie en la Legislatura, si repite a nivel local la performance de Jorge Altamira en las PASO. Los más optimistas aspiran a que además de Marcelo Ramal, ingrese el segundo de la lista, Patricio del Corro. En la Ciudad no hay piso porcentual para acceder a una banca: el reparto se hace por sistema D’Hont y se estima que aun con menos de un tres por ciento se puede llegar a la Legislatura. Para que sean dos, habrá que ver cuánto suma la competencia.

En esa franja disputarán votos con Fernando Vilardo, de Autoderterminación y Libertad, con el arrastre de los que de- seche Luis Zamora. Y por el centroizquierda, la lista de Camino Popular, encabezada por Fabio Basteiro, cuyo referente es el candidato a senador nacional Claudio Lozano.

Todas las previsiones están sujetas a la elección que puedan hacer, a diestra y siniestra, las boletas cortas. Por un lado, Rafael Gentili (ex Proyecto Sur) quiere renovar la banca que deja con su lista Sumar Izquierda Democrática. Sergio García, de Nueva Izquierda, quiere sumarse al bloque unipersonal de Alejandro Bodart (MST). Y el MAS propone a la dirigente de Las Rojas Manuela Castiñeira. El médico sanitarista Carlos Oviedo pretende llegar a una banca acompañado en la lista por el arquitecto Rodolfo Livingston. Otras propuestas son las que aportan el Partido de la Red (Agustín Fizzera) y el Liberal Libertario (Gonzalo Blousson).

También hay ofertas desde el centroderecha. Graciela Ocaña, con su lista Confianza Pública, aspira a sacarles electores al PRO y a Unen para obtener una silla en la Legislatura.

Las preferencias punitivas tienen su exponente en Juan Carlos Blumberg (Es Posible). Con perspectivas más modestas pelean ese espacio el Partido Federal y la Democracia Cristiana. El menemismo también dice presente, con la lista de Moisés Ikonikoff y Carlos Tórtora.

El desfile incluye, además, candidatos castrenses y neonazis. El ex carapintada Gustavo Breide Obeid se presenta en compañía de María Marta Seineldín, hija del coronel que se sublevó contra la democracia. Alejandro Biondini reincide con su grupo Bandera Vecinal. Y como síntesis, Acción Ciudadana, por donde pasaron Seineldín y Biondini, ahora lleva a una predicadora evangélica.