El ex presidente Fernando de la Rúa aseguró ayer que “no es que no se haya probado” sino que “no existió” el pago de coimas a senadores peronistas para que votaran a favor de la Ley de Reforma Laboral en 2000; sostuvo que el caso llegó a juicio “porque la prensa agitó el tema” y pidió su absolución. “El hecho no existió. Hubo un conjuro de intereses y el interés político se metió en la causa. Siempre actué con honradez y transparencia”, sostuvo De la Rúa ante el Tribunal Oral Federal 2, donde en persona completó sus alegatos en el juicio en el que tiene dos pedidos de condena a prisión. Su defensa solicitó su absolución “de culpa y cargo” y que el Estado pague los gastos del juicio.

El ex presidente de la Alianza dijo que vive “conmovido” por la situación que atraviesa y hasta se quejó de que lo hayan “arrojado a estas horcas caudinas” –al referirse a la derrota del ejército romano y la supuesta humillación del juicio en su contra–. De la Rúa estuvo acompañado por su esposa, Inés Pertiné, su hijo Aíto, su nieta y ex funcionarios como Nicolás Gallo y Héctor Lombardo. “Yo me pregunto por qué estoy aquí en este juicio. No se puede decir que el hecho existe porque conviene que exista, porque sale en las encuestas y la gente lo cree, no se puede decir que exista porque queda bien”, afirmó De la Rúa, que acusó al arrepentido Mario Pontaquarto de incurrir en “50, 60” contradicciones.