“Voy a tener que luchar contra todos porque obviamente la estructura partidaria está apoyando a otro candidato. Ya estoy acostumbrado.” La frase pertenece a Julio Cobos, que realizó ayer una conferencia de prensa en Mendoza para responderles a los dirigentes radicales que manejan el aparato radical y que lo dejaron afuera del reparto de cargos que se concretará en las próximas semanas. Enojado porque la UCR “clama institucionalidad hacia afuera, critica mucho al kirchnerismo y resulta que una línea interna arrasa con todos los cargos”, Cobos juntó a su tropa y se mostró “desilusionado” porque Mario Negri se quedó con la presidencia del bloque de Diputados, Gerardo Morales con la de Senadores y Ernesto Sanz con el Comité Nacional. Desde ese sector, el senador José Cano le salió al cruce y le enrostró su paso por el kirchnerismo: “Si existe alguien dentro de la UCR que conoce de prácticas kirchneristas, ese es el diputado electo por Mendoza, ya que fue parte durante cuatro años de su gobierno”, disparó Cano.

Desde el día posterior a las elecciones del 27 de octubre, los radicales comenzaron a tejer las alianzas y contar los porotos para ver cómo se configura el nuevo mapa de poder en la UCR de cara a las elecciones presidenciales de 2015. Pero el resultado de las legislativas no funciona como determinante de la representación hacia adentro de la estructura radical, donde Cobos cosecha todavía fuertes resistencias. Los dirigentes no le perdonan todavía su paso por el Frente para la Victoria, lo que le valió en 2011 su renuncia a la candidatura presidencial producto de los obstáculos que le colocó el sector de Ricardo Alfonsín.

“El radicalismo tiene que ser neutral y no sólo neutral con los que tengan propias aspiraciones dentro del partido, sino la neutralidad con los otros candidatos que pueden surgir de otras fuerzas políticas”, advirtió ayer el ex vicepresidente, en clara alusión a su comprovinciano, el senador mendocino Ernesto Sanz, que se encamina de vuelta a la presidencia del Comité Nacional el 13 de diciembre. Para Sanz, la jefatura de la UCR se convertirá en la vidriera con la que buscará aumentar su nivel de conocimiento para competir en las presidenciales, luego de su fallido intento en la anterior.

El mismo criterio que compartía Ricardo Alfonsín, que fustigó a Sanz por haberse lanzado en aquel momento, cuando todavía ocupaba ese rol institucional. El diputado bonaerense quedó ahora absolutamente relegado en este nuevo reparto, cuando en un primer momento se ilusionó con presidir el comité, y luego no descartaba presidir el bloque.

El ex vicepresidente sumó otro argumento más para rechazar que la presidencia quede en manos de Sanz: “El presidente del partido se tiene que sentar a hablar con los presidentes de los otros partidos para ver si pueden amalgamar un espacio común que está reclamando la ciudadanía”. Con Sanz compitiendo por la candidatura presidencial, podría complicarse la articulación con sus eventuales socios como el Partido Socialista, que encabeza Hermes Binner, la Coalición Cívica, que llevaría a Carrió y también a Fernando “Pino” Solanas, de Proyecto Sur.

Cobos reveló también que conversó con Negri sobre el pedido que le hicieron algunos diputados para que el reparto sea más “equilibrado”, pero que no tuvo una respuesta positiva. En un primer momento, el mendocino ha apoyado a Oscar Aguad como presidente del bloque, pero el diputado cordobés no juntaba las suficientes adhesiones entre sus pares. Entonces Cobos anunció públicamente sus aspiraciones y no tardó más de 48 horas en terminar derrotado. Tras lamentarse porque no lo tuvieron en cuenta a la hora de decidir la nueva conducción, Cobos se pronunció sobre el pase de dirigentes a otras fuerzas políticas, como el Frente Renovador de Sergio Massa. “Se está produciendo un drenaje muy grande y si este mensaje no lo entiende el radicalismo, no- sotros se lo vamos a hacer entender”, advirtió.

Sin demasiado tiempo que perder, el senador tucumano José Cano le salió a retrucar con dureza. Dijo que Cobos tiene que comprender que “las autoridades se eligen democráticamente y no a dedo”. Además de pedirle prudencia en sus declaraciones, le recomendó “no embarrar la cancha cuando el partido no se juega con su pelota”. En verdad, Negri juntó 24 avales de los 37 diputados que van a tener capacidad de voto para definir la conducción del bloque. El diputado cordobés, que actualmente ocupa la vicepresidencia de la Cámara, prefirió evitar la confrontación con el mendocino.

En este contexto, el escenario radical queda claramente inclinado a favor de Sanz, con Alfonsín prácticamente fuera del mapa y con Cobos refrendando su nivel de popularidad en su provincia, pero sin el acompañamiento del partido con mayor desarrollo territorial del país, luego del peronismo.