La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) ratificó, en el marco de un plenario nacional, que se desarrolló ayer en un teatro porteño, “la defensa de la continuidad del proyecto nacional y popular iniciado en 2003 más allá de 2015” y el “apoyo a Cristina Fernández de Kirchner como presidenta y líder de este proyecto”, expresó a este diario el secretario general de la central obrera, Hugo Yasky, tras el cierre del encuentro, del que participaron más de 200 delegados y delegadas de todo el país. En el teatro La Máscara, en San Telmo, el plenario también reiteró su decisión de fijar en el congreso nacional que realizarán en mayo del año que viene la convocatoria a elecciones generales cuando aún no se expidió la Corte Suprema sobre los últimos comicios de autoridades de la central, que se realizaron en 2010 y que culminaron con su ruptura.

Además de la ratificación del posicionamiento de apoyo al kirchnerismo de la central que lidera el docente, en el plenario los delegados debatieron sobre un proyecto de ley que regule los sindicatos, la reforma de su estatuto y el trabajo en negro, entre otros ejes de acción que determinarán el contenido del congreso nacional del espacio, que se desarrollará el 1º de mayo de 2014.

“Es una ley que propone la democratización de los procesos sindicales”, explicó Yasky acerca del proyecto “discutido y redactado por abogados de la CTA” y que sería presentado por el diputado nacional del Frente para la Victoria Edgardo Depetri. Según Yasky, una ley sindical “hace falta para depurar los vicios que han generado las prácticas de sectores que se han amparado en metodologías antidemocráticas para perpetuarse” en la dirección de los gremios.

En tanto, el plenario de delegados definió que “los lineamientos que propone el proyecto de ley sean aplicados, antes, en el estatuto de la CTA”, determinó Yasky. Así, durante el encuentro discutieron la propuesta y sus modificaciones –que deberá debatirse y aprobarse en mayo próximo–, que afectan al proceso de organización interno, incorporan la representación de las minorías mediante el voto directo y la elaboración de un “código de ética de los dirigentes sindicales” que establece “la incompatibilidad absoluta entre el cargo sindical y el desempeño empresario, mientras que limita los ingresos de los dirigentes al escalafón máximo del convenio al que pertenece”.

Durante el encuentro, los delegados también decidieron “respaldar todo lo actuado por la Afsca y el avance que significa la aplicación plena de la ley de medios a partir del fallo de la Corte” así como también “el trabajo conjunto que de la conducción de la CTA con el Ministerio de Trabajo y grupos empresarios para luchar contra el trabajo no registrado”.