La primera medida de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tras su licencia médica fue renovar el gabinete. Cerca de las 21 de ayer, el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, anunció el ingreso del gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, como jefe de Gabinete y de Axel Kicillof como ministro de Economía. Además, puso de forma interina al frente del Banco Central a Carlos Fábrega, que se desempeñaba como presidente del Banco Nación, y a Carlos Casamiquela, del INTA, como ministro de Agricultura. Poco antes, se había difundido un video con el que la Presidenta hizo su primera aparición pública desde la recomendación de reposo debido a la intervención quirúrgica a la que fue sometida para remover un hematoma subdural craneal.

“Se barajó la posibilidad de un cambio de gabinete desde antes de las elecciones de octubre. No hay nada raro, simplemente dar un poco más de aire a la gestión”, señaló un funcionario apenas anunciadas la modificaciones. Y recalcó que línea de los cambios “está orientada hacia la economía”.

“El cargo de jefe de Gabinete es un fusible, si hacen falta modificaciones se empieza por ahí, son las reglas de la política”, aseguró el funcionario poniendo como ejemplo las salidas de los jefes de Gabinete anteriores: Alberto Fernández, después del conflicto por la Resolución 125; Sergio Massa, después de las elecciones del 2009; Aníbal Fernández en el 2011 y, finalmente, Abal Medina, después de las legislativas de este año.

El anuncio se realizó apenas finalizado el reposo médico de la Presidenta. Se había generado expectativa por el regreso presidencial, pero a eso se sumaban los rumores de cambios en el gabinete que circulaban hace ya unas semanas. Sin embargo, durante las primeras horas de la tarde no había indicios de que pudiera haber modificaciones de este tipo.

Las primeras actividades de Fernández de Kirchner al retomar el cargo fueron recibir a distintos funcionarios. Así, por la mañana revisó en la quinta de Olivos la agenda presidencial con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y más tarde se reunió con Abal Medina. Llegando la noche, el vicepresidente Amado Boudou se acercó hasta el despacho en la quinta presidencial completando el primer día de trabajo oficial. Cerca de las seis se difundió un video a través de las cuentas de CFK en las redes sociales Twitter y Facebook en el que expresó agradecimiento por los mensajes de la población y jefes de Estado para que mejore su salud. Un par de horas después se anunciaron los cambios.

La designación de Capitanich, un gobernador justicialista leal al modelo iniciado en el 2003, fue una de las sorpresas después de que se especulara con que el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, podía ocupar ese cargo. “No hay ninguna duda de que es un militante kirchnerista, que ha gobernado mejor que nadie su provincia y que en las legislativas obtuvo el apoyo del 60 por ciento de los chaqueños”, señalaron en la Casa Rosada. Allí reconocían en Capitanich su paso por la Jefatura de Gabinete en el 2002 “cuando pocos se animaron a agarrar la papa caliente, y él mantuvo a la mayoría de los ministerios en funcionamiento”. Aunque todavía falta, el arribo del gobernador a la Jefatura de Gabinete le abre también la carrera hacia las elecciones del 2015.

Scoccimarro fue el encargado de efectuar los anuncios en la Casa Rosada. “Como ministro de Economía –señaló el secretario de Comunicación– (la presidenta ha designado al) doctor en Ciencias Económicas Axel Kicillof, creándose una unidad ejecutiva de Reestructuración de Deuda, dependiendo de esa cartera”, destacó al anunciar que el ministro de Economía Hernán Lorenzino quedaba al frente de esa unidad y que “también será propuesto como embajador ante la Unión Europea cuyo pliego será enviado al Senado para su tratamiento”. Luego se mencionó la salida de la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, y su reemplazo por el presidente del Banco Nación, Carlos Fábrega. Fábrega asumirá como presidente interino mientras se envía su pliego al Senado y quien lo suplantará en el banco será Juan Ignacio Forlón, quien se desempeñaba como titular en Nación Seguros.

El último de los cambios anunciados fue el del Ministerio de Agricultura, donde fue designado Carlos Casamiquela, que se encontraba al frente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuario.

Las cuatro semanas de reposo habían comenzado después del 5 de octubre, cuando la Presidenta fue a hacerse un chequeo cardiovascular, al que se sumó uno neurológico debido a que tenía fuertes dolores de cabeza. La revisación del equipo médico de la Fundación Favaloro determinó que tenía que trasladarse al hospital universitario de la empresa para dar un diagnóstico preciso. Fue allí cuando detectaron una “colección subdural crónica” en el lado derecho de la cabeza que ejercía presión sobre una parte del cerebro. La primera recomendación fue que guardara reposo durante un mes con controles para monitorear la reabsorción del hematoma. Pero al día siguiente, la Presidenta comenzó a sentir un hormigueo en el brazo izquierdo que profundizó el cuadro y obligó a los médicos a cambiar de opinión ordenando su internación. La intervención quirúrgica se realizó un día más tarde, el 8 de octubre, en una operación exitosa en la que fue extraído el coágulo y recomendado los treinta días de reposo. Cuando finalizó el tiempo estipulado obtuvo el alta neurológica y la cardiológica llegó definitivamente ayer, aunque todavía pesa para su recuperación la prohibición de viajar en avión o helicóptero.

Repuesta de su convalecencia y con una imagen positiva del 53 por ciento, la Presidenta volvió imprimiendo a su gestión aire nuevo y con el ojo en el equipo económico. Mañana a las 19 les tomará juramento en la Casa Rosada a los nuevos funcionarios.