EL PAíS › EL RECLAMO SE EXTENDIO A CATAMARCA, LA RIOJA, NEUQUEN Y RIO NEGRO
En Catamarca se registraron los episodios más graves, cuando un grupo de policías ingresó para protestar en la Casa de Gobierno y luego se enfrentó a tiros con la Gendarmería. Hubo cuatro heridos. En La Rioja y Neuquén hubo acuerdo.
Los reclamos policiales por mejoras salariales se extendieron a cuatro provincias y ayer conformaron un mapa de protestas que tuvo por epicentro a Catamarca, donde los efectivos ingresaron por la fuerza al hall de la Casa de Gobierno, se enfrentaron a tiros con Gendarmería, rechazaron la oferta realizada por la gobernadora, quien en la noche explicó las dificultades de la negociación en conferencia de prensa. Al cierre de esta edición, algunos continuaban autoacuartelados con sus familias, mientras otros acampaban en la plaza ante la Gobernación. De los enfrentamientos de la tarde, además, resultaron cuatro heridos. En Neuquén la protesta se extendió hasta entrada la noche, cuando los policías anunciaron una medida “por tiempo indeterminado” y terminaron aceptando una mejora salarial ofrecida por el gobierno provincial. En tanto, en La Rioja el conflicto quedó zanjado por la tarde, con un nuevo acuerdo salarial y la advertencia del gobernador Luis Beder Herrera acerca de que los agentes excedidos de peso “no van a ascender más”. Finalmente, en Río Negro, donde la policía estuvo por autoacuartelarse en Cipolletti, hacia el fin de la tarde hubo un acuerdo con el Ejecutivo para poner en marcha una comisión de trabajo que, en menos de diez días, evalúe el petitorio de los agentes (ver recuadros).
Casi a las 21, la gobernadora catamarqueña Lucía Corpacci advirtió que “no está toda la policía comprometida en esta protesta”. Lo aclaró en el marco de una conferencia de prensa que brindó en compañía del vicegobernador, Dalmacio Mera, del gabinete provincial, el intendente de la capital y legisladores nacionales y locales. Corpacci informó que el gobierno provincial realizó “varias” ofertas en la negociación, que cada vez “los representantes (de los policías) estaban de acuerdo y entendían las explicaciones (acerca de los montos propuestos), pero cuando llegaban abajo a comunicar esto, se negaban y se volvían atrás”. Los policías solicitan un básico salarial de 13 mil pesos, vivienda, abonos de transporte, créditos hipotecarios blandos y ART. Esa demanda “es imposible económicamente”, detalló la gobernadora: “Para el gobierno significarían unos 190 millones mensuales solamente para la policía. Es imposible para la provincia hacer frente a este pedido”.
La gobernadora ponderó la actitud inicialmente dialoguista de los policías, pero lamentó la falta de flexibilidad en la negociación. “Fueron cambiando los interlocutores y rechazando propuestas cuando se las planteaban a los demás. Hay un trasfondo de cierta intransigencia, piensan que si presionan vamos a poder darles más, pero la provincia no está en condiciones económicas”, señaló. Por otra parte, advirtió que aun cuando la policía no preste servicios, la provincia está segura. “Está garantizada la seguridad de los catamarqueños por la fuerza de Infantería y Prefectura, pero tengo la esperanza de que lo vamos a solucionar. Llamo a la cordura, yo quiero solucionar este conflicto”, aclaró.
En Catamarca, el conflicto se desató con una protesta de efectivos policiales que ingresaron por la fuerza al hall de la Casa de Gobierno en demanda de mejoras salariales y luego se retiraron a la plaza 25 de Mayo, frente a la sede gubernamental. Una vez allí, efectivos de Gendarmería intentaron desalojarlos usando gases lacrimógenos, a lo que los policías respondieron disparando proyectiles de plomo con sus armas reglamentarias. A media tarde, el enfrentamiento culminó con cuatro heridos, según informó el SAME local.
Mientras en la calle se sucedían las corridas, y arreciaban gases y balazos, en Casa de Gobierno la gobernadora Lucía Corpacci negociaba con representantes de la policía, retirados y en actividad. La funcionaria ofreció una propuesta que mejoró la anterior, de 8 mil pesos. Sin embargo, también fue rechazada, por lo que la protesta continuó. Luego de haber abandonado el hall de la gobernación, un grupo de policías bordeó a las corridas la Casa de Gobernación para intentar ingresar por una puerta lateral. Al no lograrlo, y ante cámaras de televisión que registraron cada paso, los oficiales procedieron a arrojar contra una gran puerta de vidrio todo objeto contundente que encontraron. Al menos uno de los policías, además, desenfundó su arma reglamentaria y disparó hacia el interior del edificio. Casi al mismo tiempo, familiares de los autoacuartelados rompieron vidrios de comercios en una cuadra de la peatonal Rivadavia, cercana a la gobernación, en señal de protesta por la represión de Gendarmería.
Más tarde, desde la plaza 25 de Mayo, los policías pidieron a sus colegas del interior de la provincia que se sumen a la protesta. Al caer el sol, las camionetas de Gendarmería recorrían la capital provincial para custodiar los comercios y evitar posibles saqueos como los sucedidos en Córdoba.
Catamarca había amanecido recibiendo a cientos de peregrinos de todo el país llegados especialmente para la festividad de la Virgen del Valle. Muchos de esos feligreses se congregaban en la misma plaza que los policías eligieron para sostener la protesta, habida cuenta de su cercanía con la basílica. En la provincia, además, las clases se habían suspendido porque las escuelas habían cedido sus aulas para albergar a quienes concurrieran a la fecha religiosa, porque habían desbordado la capacidad hotelera.
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