Ayer por la mañana, luego de una noche con robos y detenidos, la policía de La Rioja acordó un aumento con el gobierno provincial, cuyo primer mandatario, Luis Beder Herrera, criticó a la cúpula policial. El acuerdo prevé un incremento salarial que será pagado en tres cuotas, y también la promesa de que el Ejecutivo no aplicará sanciones ni medidas disciplinarias. Sin embargo, Beder Herrera aclaró que no descarta cambios en la cúpula de la fuerza, y advirtió: “Los policías gordos, que andan con las panzas así, no van a ascender más. Voy a sacar un decreto sobre eso. Ahora van a saber”.

El jueves a la noche, unos 200 efectivos policiales se autoconvocaron en la plaza principal de la capital riojana para reclamar aumentos salariales y amenazaron con autoacuartelarse. Ayer por la mañana, el ministro de Infraestructura, Néstor Bosetti, dijo que la situación ya se encontraba normalizada tras “firmar un acta-acuerdo” para destrabar el conflicto y evitar que la policía dejara de prestar servicio.

Beder Herrera señaló que la cúpula policial “no supo contener a la gente” que motorizó el reclamo. “Los policías tienen una escala de jerarquía bien marcada. No van a venir a reclamarme a mí, tienen que ir a las autoridades a verlos a las comisarías”, dijo. El gobernador también desalentó reclamos de diversos gremios de empleados estatales, porque el Estado provincial, dijo, no tiene “un peso por la mitad”.