Desde La Habana

“Charlamos de todo, pero sobre todo un símbolo de reunión de toda América latina y el Caribe en la Habana... Celac: Presencia de las máximas autoridades de OEA y ONU. Reconocimiento histórico sin precedentes a la dignidad de los pueblos. Sí, claro, también hablamos de Hugo. Mucho. Recuerdos imborrables. Nostalgias infinitas”, con estas frases, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner comentó algunas de las impresiones que le dejó su almuerzo con Fidel Castro y su familia. También se refirió a la reunión con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, con quien coincidió en la existencia de “presiones especulativas sobre los tipos de cambio en los países emergentes” (ver página 5).

Antes de que se produjera el hecho, todo era misterio. Aunque desde que se supo que la Presidenta viajaría a La Habana tres días antes del inicio de la cumbre de la Celac se especuló con un encuentro con Fidel Castro, nadie se animaba a confirmar ni desmentirlo. Es que esos eventos se manejan con absoluta discreción en Cuba. Finalmente fue la propia Presidenta quien lo reveló. “Me invitó a almorzar”, dijo el domingo al mediodía en la puerta del Hotel Nacional, donde se hospeda, un momento antes de subirse al auto que la llevaría a la residencia de Fidel.

Ayer, a través de Twitter, contó algunos detalles: “La Habana. Lunes 27. Domingo memorable, si los hay. Junto a Florencia, invitación de Fidel para almorzar con familia. Hermoso de verdad. Conocí a dos de sus nietos que querían sacarse una foto conmigo. ¡Qué honor! Igual que Milagros. Que ¿quién es Milagros? Después te cuento”, escribió la Presidenta, que también publicó las fotos de la reunión, que hasta ahora no se habían conocido.

“Otra nieta (de Fidel) me presentó a su hijo. ¡Sí! El bisnieto de Fidel. ¡Divino! También foto, olvidensé que las publique, todos menores de edad. Charlamos de todo, pero sobre todo un símbolo de reunión de toda América latina y el Caribe en la Habana. Celac: Presencia de las máximas autoridades de OEA y ONU. Reconocimiento histórico sin precedentes a la dignidad de los pueblos. Además, la cumbre de la Celac incluirá una declaración de América latina y el Caribe como Zona de Paz”, tuiteó la Presidenta.

CFK también contó que junto a Fidel y su familia recordaron “mucho” al fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez: “Recuerdos imborrables. Nostalgias infinitas”, aseguró.

Durante el encuentro, el líder cubano le dedicó y firmó a la Presidenta fotos que “algunos” le habían pedido de Argentina. “Preciosas. Disfrutamos mucho junto a Florencia el almuerzo y la sobremesa. Otro hijo de Fidel, fotógrafo, excepcional, le regaló una colección de fotografías a Florencia. Estaba encantada, con Fidel, con el almuerzo, con la familia, con las fotos, con todo”, describió CFK.

La Presidenta luego se refirió en su cuenta de Twitter a otro encuentro que tuvo el domingo: el de la niña argentina Milagros. La nena de nueve años estaba de vacaciones con su mamá en La Habana y fueron hasta el hotel Nacional para intentar ver a la Presidenta. Esperaron un buen rato en el lobby e incluso hicieron “guardia” con los periodistas. Hasta que decidieron subir al octavo piso y dejar una nota, que le entregaron a funcionarios de ceremonial. “Ayer (por el domingo) por la mañana me acercan una nota de nena argentina de vacaciones aquí. Quería conocerme porque se iba por la tarde. Milagros me escribe, escuchá ésta: “Yo nací el 24 de marzo de 2004, cuando Néstor sacaba el cuadro”. Casi me pongo a llorar, no cuento el resto de la carta porque seguro me acusan de vanidosa... Aunque con todo lo que me dicen sería lo de menos. La carta termina con un ‘Fuerza Cristina’ grande. También conocí a su madre, abogada de la ciudad de Buenos Aires, igual que su padre. Es que soy medio chusma, pregunto todo”, finalizó CFK.

El hecho de que la Presidenta recibiera a Milagros hizo que varios argentinos llegaran hasta el Hotel Nacional con la intención de verla o hablar con ella. “¿Ustedes son argentinos? ¿Están con la Presidenta? ¿Les podemos dejar una nota?”, abordaron ayer a los periodistas en el bar del hotel un grupo de chicas de la Universidad de Córdoba que estaban en la isla para asistir a un congreso sobre políticas de género.