EL PAíS › ROY CORTINA, DIPUTADO DEL PARTIDO SOCIALISTA
› Por Miguel Jorquera
El diputado socialista Roy Cortina insiste en que la puja del gobierno nacional con las corporaciones económicas “no tiene la relevancia” que le asigna el kirchnerismo, “porque el Gobierno no ha hecho nada para cambiar la puja redistributiva”. Y considera que “a veces las voces del Gobierno son más tremendistas” que “la intencionalidad política de algunos grupos” que alientan su salida anticipada del poder. Para Cortina “sería suicida” que “el progresismo no conforme un único frente” electoral para 2015 que “contenga” las experiencias del Frente Progresista santafesino, “la nueva camada de jóvenes intendentes radicales”, el debilitado FAP y de los porteños de Unen. A pesar de la “pelea de fotos”, Cortina confía que Hermes Binner y Ernesto Sanz convergerán “sí o sí” en una alianza no peronista con Julio Cobos, Fernando “Pino” Solanas y Elisa Carrió. Pero excluye a Mauricio Macri, pese a que algunos de ellos no descartan sumar al PRO.
–¿Cómo analiza la puja del Ejecutivo y los sectores económicos concentrados por la especulación financiera y la escalada de precios, en medio de dirigentes opositores que alientan una salida anticipada del Gobierno?
–Puede ser la intencionalidad política de algún grupo, que nosotros no compartimos, creemos que todos los gobiernos elegidos democráticamente deben terminar en los plazos que están fijados por la Constitución y el mandato que les otorgó el pueblo. Pero a veces las voces del Gobierno son más tremendistas que las de la oposición.
–¿Y en lo económico?
–Los problemas de la Argentina no están determinados por la imaginaria puja económica del Gobierno.
–¿Imaginaria?
–No creo que tenga la relevancia que el Gobierno dice que tiene. Y en todo caso está mal abordada. Si después de nueve años se dieron cuenta de que Repsol se llevaba todo el petróleo y entonces nacionalizaron el 30 por ciento de las reservas, y se sacan fotos con la Barrick Gold, que va a dejar la Cordillera como un gruyère, no veo qué ha hecho este gobierno para que la puja distributiva cambie. Se ha hecho un capitalismo de amigos con empresas a las que no se puede controlar y se realizaron pactos con otras extranjeras, y las empresas extranjeras tienen su propia lógica. No hay que hablar mal del Club de París, me refiero a (Axel) Kiciloff, y después van a hociquear a Francia para renegociar la deuda.
–La deuda con el Club de París no la contrajo este gobierno...
–Yo no niego el pasado del país. Pero si tomo los últimos 30 años de democracia, saco los cinco de (Raúl) Alfonsín y los dos años desastrosos de la Alianza, me quedan 22 años de justicialismo: diez años de la versión liberal, otros diez de la versión estatista y los dos años de bisagra de (Eduardo) Duhalde. Muchos dirigentes del PJ participaron de dos o de las tres versiones. Y ahora los ex jefes de Gabinete del kirchnerismo Alberto Fernández y Sergio Massa se presentan como la alternativa al oficialismo. Son todos ex de una misma estructura política.
–¿Cómo sería generar una alternativa no peronista para gobernar?
–Hay que generar una alternativa que no provenga del tronco justicialista, pero que no sea antiperonista. Debe tener cuatro fuentes: la experiencia del Frente Progresista en Santa Fe, la enorme cantidad de intendentes radicales jóvenes que están renovando a la UCR, el FAP que fue un intento de centroizquierda valioso que juntó cuatro millones de votos, que ahora está un poco debilitado pero recobrando vigor, y Unen, que fue lo más ambicioso que ha generado el progresismo en la ciudad, juntando ocho partidos y dándole al electorado la posibilidad de elegir entre sus candidatos. Si lo logramos, podemos ser una alternativa que no condene a la gente a tener que elegir entre los ex-ex del aparato del PJ con sus distintas caretas y formatos.
Pero hasta ahora las propias diferencias internas no les han permitido amalgamar las distintas experiencias locales. ¿Cómo lo van a resolver?
–Insistiendo. Creo que el progresismo está maduro después de estos cuatro años como para tener una alternativa única para 2015 y puede utilizar el mecanismo de las PASO si no hay acuerdo. Hoy sería suicida que fuéramos divididos. Binner, Carrió, Pino Solanas, Cobos, Sanz y otros dirigentes sí o sí van a tener que coincidir para generar esa alternativa.
–¿El armado debe ser entre los partidos, como proponen Binner y Sanz, y debe incorporar las corrientes internas, como afirman Cobos y Solanas?
–Ninguna de las dos es completa. El acuerdo de partidos se va a tener que dar sí o sí, pero después cada partido, con las PASO, puede tener uno, dos o tres candidatos. Solanas se quejó porque no invitaron a Proyecto Sur.
–Pero se unió a Cobos en su reclamo interno a la UCR.
–Eso es pelea de fotos. Las fotos han contaminado la política argentina. Se pueden sacar fotos de parejas, triunviratos o de cuartetos, pero la foto que busca la sociedad es la de todos juntos. Después continuarán con sus preferencias, si a Pino le gusta salir con Cobos y a Binner con Sanz, o Cobos con Sanz y Alfonsín. Estamos en democracia, se pueden tejer alianzas, simpatías, preferencias.
–¿La foto de todos o un programa que los una? Porque hay diferencias entre las distintas fuerzas y en el interior de cada una de ellas.
–La gente quiere que se priorice la unidad buscando coincidencias por sobre las disidencias. Las fuerzas del progresismo pueden tener coincidencias básicas importantes para sacar al país de la encrucijada en la que está. No va a ser el programa del socialismo, de la UCR ni el que ansía Solanas o las ideas de Carrió, sino un programa donde haya un 60 u 80 por ciento de acuerdo y no es tan difícil. No se necesita mucha carga ideológica para terminar con la corrupción en la Argentina.
–La Alianza planteaba lo mismo.
–Es un problema muy importante y no lo menospreciaría. El error de la Alianza fue pensar que se podía hacer lo mismo que en la década del 90 sin corrupción. No se puede comparar lo que representaban (Fernando) De la Rúa y todos sus secuaces con la nueva camada de dirigentes de la UCR, ni con Carrió, Solanas, ni mucho menos con Binner.
–¿Este frente incluiría a Macri, como plantean algunos de sus integrantes?
–De ninguna manera. Los frentes tienen un componente programático, uno ideológico y otro político. El más importante es el político, como la oportunidad de un conjunto de partidos para realizar transformaciones sobre la conformación de una nueva mayoría con sustentabilidad electoral. Pero debe tener los tres componentes. Si no, vamos al fracaso.
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