EL PAíS
› ORDENAN DETENER AL EX SECRETARIO DE SEGURIDAD POR LA MASACRE DE LA PLAZA
Las vacaciones negras de Mathov y De la Rúa
La jueza Servini de Cubría firmó la detención de Enrique Mathov, el superior político del ya preso comisario Santos, por su responsabilidad en los asesinatos que acompañaron la despedida de Fernando de la Rúa. La policía no lo encontró pero su abogado asegura que hoy se presentará en el juzgado.
› Por Adriana Meyer
Las vacaciones de Enrique Mathov sufieron anoche una abrupta interrupción. Mientras disfrutaba de un tranquilo retiro campestre se enteró por los medios que la policía lo estaba buscando. La jueza María Romilda Servini de Cubría firmó anoche la orden de captura del ex secretario de Seguridad en el marco del proceso por los cinco asesinatos de la masacre de Plaza de Mayo con que se despidió el gobierno de Fernando De la Rúa. Los agentes de la división Delitos Complejos lo buscaron primero en su domicilio de Santa Fé y Junín y como no lo encontraron surgió la versión de que se había fugado. “No está prófugo ni pensó estarlo nunca, y mañana (por hoy) se va a presentar en el juzgado”, afirmó a Página/12 su abogado Jorge Valerga Araoz. “Enrique Mathov debe ser considerado autor, por omisión impropia, de las acciones homicidas que provocaron la muerte de cinco ciudadanos durante la represión del 20 de diciembre”, indicaron los fiscales Luis Comparatore y Patricio Evers cuando pidieron su detención y procesamiento. Tal como anticipó Página/12, la magistrada avanza hacia las responsabilidades políticas de la matanza.
Si Mathov abandona su descanso y se presenta hoy en los tribunales federales de Retiro, Servini lo indagará y seguramente le dictará el procesamiento con prisión preventiva. En Delitos Complejos de la Federal ya le prepararon una celda. Su defensor aseguró a este diario que el ex funcionario estaba de vacaciones “acá en el país porque no tiene un mango”. En el entorno radical aseguraban anoche que su lugar de esparcimiento es el Club de Campo La Martona, unos kilómetros antes de Cañuelas. “Si tiene que quedar preso, quedará”, se resignó Valerga Araoz. Servini tomó la decisión, que en realidad venía masticando, cerca de las 21, mientras releía el auto de procesamiento de los imputados.
La orden judicial despertó el pánico en el delarruismo, que teme que la jueza suba hacia el propio ex presidente pasando por el ex ministro del Interior Ramón Mestre, superior inmediato de Mathov. El ex presidente Fernando de la Rúa adujo públicamente que nunca se enteró que hubo muertos porque así fue informado por sus colaboradores. Sin embargo, los investigadores tienen elementos para afirmar que tanto la Policía como los funcionarios sabían lo que había ocurrido.
El ex funcionario delarruista quedó imputado en la causa apenas fue presentada la denuncia por un grupo de diputados del ARI, y tuvo que ir el mismo 20 a la noche a dar explicaciones al juzgado de Servini de Cubría, junto con Mestre. Cuando fue interrogado en indagatoria esgrimió como un éxito el operativo que derivó en masacre al asegurar que “el objetivo político fue cumplido”, es decir, evitar la toma de la Casa Rosada liberando la Plaza de Mayo. Sus interlocutores no podían creer que su evaluación fuera positiva y omitiera los muertos y los heridos. Por lo demás, Mathov reiteró su argumento: que los “excesos” corresponden al personal que hizo el procedimiento y que no tiene ninguna responsabilidad sobre los hechos.
Cuando los fiscales pidieron su detención argumentaron que “tenía un conocimiento lo suficientemente amplio de la situación que se vivía en las inmediaciones de la Plaza de Mayo y demás zonas de conflicto y, no obstante ello, no dio ninguna orden concreta, lo cual estaba dentro de sus facultades, como para que se modificara el modo abusivo con el cual la Policía Federal pretendió controlar el orden público”. Esto es la comisión por omisión del delito de homicidios dolosos, lesiones graves e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Además, consideraron que también es responsable de la privación ilegal de la libertad de las 200 detenciones llevadas a cabo en el marco del estado de sitio, cuyo decreto habría carecido de “razonabilidad”. En su defensa, Mathov señaló a Fernando de la Rúa en un escrito en el que destacó que no aportó ideaspara la confección de ese decreto porque es una facultad exclusiva del Presidente de la Nación. Y agregó que tampoco lo firmó.
Primero fue el turno de seis policías de la división Asuntos Internos acusados de haber sido los autores materiales de la muerte del puntero justicialista Alberto Márquez. Luego cayó el ex jefe de la Policía Federal Rubén Santos, que permanece detenido desde el 7 de febrero. Tras él fue detenido su acusador, el comisario Norberto Gaudiero.
El jaqueado gobierno aliancista había gaseado a los manifestantes el miércoles a la noche, mientras protagonizaban el primer cacerolazo espontáneo y festejaban la renuncia de Domingo Cavallo muy cerca de la puerta de la Rosada. A la mañana siguiente, los funcionarios decidieron vallar la Plaza por la mitad cuando ya la gente había vuelto a protestar. Y a partir de ahí la escalada incluyó el atropello de las Madres y de legisladores, pisoteados por la montada, más gases y pasado el mediodía, las balas de plomo. Entre las 4 y las 7 de la tarde del 20 de diciembre, Márquez, Gustavo Benedetto, Carlos “Petete” Almirón, Diego Lamagna y Gastón Riva cayeron sobre el asfalto para nunca más levantarse.
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