El viernes, los principales candidatos a la Jefatura de Gobierno cruzaron todo tipo de acusaciones sobre el quiebre de la veda electoral. Ayer, por primera vez desde que empezó la campaña, tuvieron un poco de paz. Lejos de la virulencia de los debates, los postulantes se mantuvieron en silencio: almorzaron con sus familias, se reunieron con sus colaboradores y alentaron a sus fiscales. Hoy cada uno esperará los resultados junto a sus asesores: las autoridades electorales prometen una tendencia firme para las diez de la noche.
Como si la campaña no hubiera terminado, el viernes fue un día de críticas cruzadas entre los postulantes. El candidato de Compromiso para el Cambio, Mauricio Macri, acusó a Aníbal Ibarra de romper la veda electoral, por su presencia junto a su vice, Jorge Telerman, y a algunos candidatos a legisladores en un acto en el que también estuvo el presidente Néstor Kirchner. Por su parte, los hombres de Ibarra acusaron a Macri de no respetar la prohibición de hacer campaña. Alegaron su presencia, junto a sus colaboradores y periodistas, en un bar del microcentro donde se proyectaba el partido de Boca.
Ayer fue muy distinto, y luego de una campaña intensa, con muchas acusaciones y una fuerte presencia mediática, los candidatos optaron por el bajo perfil. Ibarra estuvo prácticamente todo el día en su casa de Villa Urquiza, donde se reunió con sus asesores de campaña. Después de la derrota de Boca contra el Barcelona, Macri decidió ayer pasar el día con su familia en su casa de Barrio Parque.
El candidato de Autodeterminación y Libertad, Luis Zamora, también optó por el almuerzo familiar, en el que estuvo su esposa, Noemí Olivetto, que encabeza su lista de legisladores porteños. Más tarde mantuvo contactos con sus colaboradores. Sin recursos y con una mínima estructura, el diputado tiene una preocupación central: motivar a los militantes de su agrupación para que hoy se acerquen a las mesas y garanticen la fiscalización de los comicios.
Patricia Bullrich también se reunió con sus asesores en su departamento de Palermo. Después, la candidata de Ricardo López Murphy para la Ciudad fue al cine junto a su esposo, Guillermo Yanko, a ver La Flor del Mal, la última película de Claude Chabrol.
El candidato radical, Cristian Caram, almorzó junto a sus colaboradores en un clásico restaurante del centro porteño.
Cada uno tiene un plan diferente para hoy. A eso de las cinco de la tarde, Ibarra se acercará al Hotel Hilton, en el microcentro porteño, donde aguardará los resultados con el resto de los candidatos de Fuerza Porteña. Cerca del Hilton, Macri esperará el recuento en las oficinas de Compromiso para el Cambio, sobre la calle Chacabuco. Bullrich también eligió un hotel: el Castelar, donde Carlos “Chacho” Alvarez solía organizar los actos del Frepaso.
Más bohemios, Zamora y los candidatos de Autodeterminación y Libertad optaron por la confitería La Ideal para palpitar el recuento de votos. Caram, que aspira a devolverle al radicalismo parte de potencia electoral, almorzará con Nito Artaza y el resto de los candidatos en el Comité Capital, donde se sentará a esperar los resultados.