El socialista Hermes Binner es el máximo favorito en la carrera por la gobernación de Santa Fe. En esa provincia existe la Ley de Lemas y Binner le saca seis puntos de diferencia a la suma de todos los candidatos justicialistas, entre los que se ubica en primer lugar el ex gobernador Jorge Obeid. Paralelamente, el actual mandatario provincial, Carlos Reutemann, sigue teniendo una altísima imagen positiva, por lo que tiene todas las de ganar en su candidatura a senador.
Las conclusiones surgen de la última encuesta realizada por la conocida consultora Ipsos Mora y Araujo, que lidera el sociólogo Manuel Mora y Araujo. En total se entrevistó, en sus domicilios, a 800 personas en el Gran Santa Fe, Rosario, Reconquista, Rafaela, Venado Tuerto y Villa Constitución, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.
Después de Reutemann, Binner es el político con mayor prestigio en Santa Fe ya que casi la mitad de los ciudadanos de esa provincia opinan bien o muy bien de él. Además, es el que registra menos rechazo: apenas el 12 por ciento tiene una visión negativa del socialista, mientras que el 33 por ciento opina mal de su principal adversario, Jorge Obeid.
En el territorio santafesino, el presidente Néstor Kirchner tiene el cielo despejado. Dio su apoyo a Obeid, el candidato del PJ que lo apoyó en las elecciones presidenciales, pero también mantiene buena relación con Binner y éste incluso viajó a Buenos Aires para darle el respaldo antes del ballottage que se frustró por la decisión de Carlos Menem de no competir.
Por su parte, el candidato a gobernador que impulsa Reutemann tiene asegurada la banca en el Senado, pero su candidato para la gobernación, Alberto Hammerly, no despega en la intención de voto: apenas consigue el siete por ciento.
Según coinciden los consultores, una clave de la elección de Santa Fe está en el recuento de votos. La polémica está instalada en la provincia, por cuanto Reutemann decidió que los votos para cargos nacionales (diputados y senadores) sean movilizados por el Correo, mientras que los sufragios para cargos provinciales (gobernador, legisladores, intendentes y concejales) sean movidos por la policía provincial. Además, el escrutinio provisorio también será dividido. Binner puso el grito en el cielo, amenaza con denunciar un eventual fraude y visitó la Casa Rosada para reclamar que el Presidente intervenga para garantizar la transparencia.