La junta interna de ATE Legislatura recordará hoy La Noche del Apagón, ocurrida el 27 de julio de 1976 en la provincia de Jujuy, cuando la dictadura cortó el suministro eléctrico y secuestró centenares de personas con el apoyo logístico de la empresa Ledesma. Será a las 18 en la Galería para la Memoria, en Perú 160.

El acto tendrá, además, el objetivo de “rendir homenaje a Olga Arédez, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, mantener viva la memoria de los 30 mil detenidos desaparecidos y exigir cárcel común y castigo a los empresarios cómplices de la dictadura”. Estarán presentes Ricardo Arédez, la diputada Gabriela Alegre, del Frente para la Victoria; la Madre de Plaza de Mayo Taty Almeida y el secretario general de ATE Legislatura, Pablo Ge-nnaro. También colaboran en la organización empleados del despacho del diputado Jorge “Quito” Aragón y adhiere la Corriente Nacional Martín Fierro.

Olga Arédez, esposa del desa-parecido ex intendente de Ledesma, fue una de las primeras en denunciar la complicidad del ingenio de los Blaquier durante la dictadura y marchó durante años en soledad en la plaza del pueblo exigiendo justicia. En 2005 falleció de un cáncer inducido por el bagazo, el desecho de la caña de azúcar que Ledesma acumula a cielo abierto.

Los apagones y secuestros en Jujuy habían comenzado el 20 de julio, pero el 27 las fuerzas represivas sitiaron Libertador General San Martín y Calilegua y en vehículos de Ledesma fueron cargados más de 400 militantes populares, treinta de los cuales permanecen desaparecidos.

Olga marchaba por todos los desaparecidos, entre ellos su esposo, el ex intendente de Libertador Luis Arédez, quien se había desempeñado como médico en Ledesma y ya entonces había tenido problemas por recetar “demasiados remedios” a los empleados. Cuando le tocó ejercer el Ejecutivo de esa localidad pretendió que los Blaquier pagaran impuestos, algo que nunca habían hecho. Y así terminó de firmar su sentencia de muerte. Fue víctima de un primer secuestro, pero tras el segundo nunca volvió a aparecer.

El dueño del ingenio, Carlos Pedro Blaquier, tiene confirmado su procesamiento por la Cámara Federal de Salta por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. Y mientras tanto, en su empresa se suceden las denuncias por malas condiciones laborales y precarización laboral.