Referentes cristianos, ortodoxos, judíos y musulmanes compartieron ayer una oración interreligiosa con la que reclamaron justicia para las víctimas del atentado a la mutual judía AMIA, del que el próximo viernes se conmemoran veinte años. La ceremonia religiosa, presidida por el cardenal Mario Poli y el rabino Sergio Bergman y a la que asistieron autoridades de la mutual atacada y de la DAIA, debió realizarse con velas encendidas a raíz de un corte de energía en la zona de Plaza de Mayo. Los nombres de las 85 víctimas continuados de gritos de “¡presente!”, introdujo a las palabras de los dos conductores de la oración. Poli habló a los familiares de las víctimas de la “tragedia” y recordó que “el consuelo viene de la mano de la justicia y la paz”. Bergman, por su lado, opinó que hacer memoria del atentado “no es una efemérides”, sino un renovado compromiso con la justicia por “el asesinato en la calle Pasteur”. Luego el rabino Abraham Skorka, el referente islámico Isam Sibai, el obispo metodista Aldo Etchegoyen, el arzobispo armenio Kissag Mouradian, el sacerdote ortodoxo griego Juan Argyris y el evangélico Marcelo Figueroa elevaron una oración por la paz según sus creencias. Como cierre se descubrió una placa con la leyenda “Nos juntamos para orar, unidos por el dolor, hermanados por la memoria de la masacre y animados por la esperanza”.