“Creo que muy pocos pueden hoy hacer un acto en esta cancha”, confió con una sonrisa mientras a su alrededor seguían llegando desocupados con banderas y pancartas con la leyenda “D’Elía gobernador”. El estadio del club Laferrère, por cierto, mostraba un lleno total en las tribunas mientras que el campo estaba ocupado en unos dos tercios. “Esta es la única encuesta en la que creo: más de diez mil compañeros en el corazón de La Matanza”, evaluó entonces el líder piquetero Luis D’Elía. Así cerró su campaña como candidato a gobernador por el Partido de los Trabajadores Argentinos (PTA), Nueva Democracia y el Frente para el Cambio. “Votar a Solá es votar en contra de Kirchner. Es parar el cambio”, advirtió D’Elía desde el palco. “Que ellos hagan pejotismo. Nosotros haremos peronismo, el de Perón y Evita, por una patria justa, libre e independiente”, desafió.
Dos conclusiones se desprendían del acto de ayer en Laferrère: por un lado, probó el idilio que existe entre el Presidente y un arco numeroso de organizaciones sociales y políticas que pretenden apoyar su proyecto desde afuera del PJ bonaerense. Por otro, demostró que un sector del movimiento piquetero está dispuesto a participar de la lucha electoral, algo que parecía imposible hace apenas un par de años. En este caso, la postulación de D’Elía está acompañada por Alejandro Mosquera –titular de la Comisión Provincial de la Memoria– y por la diputada Alicia Castro, fieles defensores del Presidente.
En el acto se vieron muchas familias y mujeres que llegaban en grupos, jóvenes y viejos que llevaban pecheras con la sigla de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Las mismas pecheras que habían estrenado en el corte de ruta del año 2001. De las tribunas colgaban banderas de varias localidades del conurbano y también de asentamientos y barrios de La Matanza, donde D’Elía tiene bastante influencia. De hecho, a lo largo de la Ruta 21 se repetían las pintadas “D’Elía gobernador” con un despliegue propio de un candidato justicialista. En su discurso, el propio candidato calificó su proyecto como “peronista” en oposición al “tren fantasma” que, en su opinión, integran Solá, Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf.
Junto a D’Elía estaban Mosquera y el candidato a vice Eduardo Slutzky, dueño de una cadena de artículos deportivos. Fue él quien ideó las remeras de la Selección con la leyenda “Basta de patria financiera”, que lucían los piqueteros a cargo de la seguridad. También estaban los candidatos a intendente y a concejales de La Matanza, Carlos Sánchez, Adriana Espinoza y Alicia Sánchez, los tres piqueteros y con experiencia en comedores comunitarios. “Soy presidenta de un asentamiento en González Catán, a mil metros del río Matanza. Tenemos un comedor con 400 chicos”, contó Espinoza luego de que el locutor la presentara desde el micrófono, entre ovaciones de sus vecinos. Cerca de D’Elía dicen que harán una muy buena elección en La Matanza y que lograrán bancas en el Concejo Deliberante.
Vestido con un pulóver rojo y un pantalón de corderoy negro, D’Elía comenzó su discurso recordando el asesinato de Cristian Gea, el hijo de Antonio, líder de un asentamiento en Quilmes. “Queremos justicia, vamos a estar en la calle todas las veces que sea necesario”, dijo el candidato. Según el padre de la víctima, el responsable del asesinato de su hijo sería Hugo Ayala, conocido como “Travolta”, un puntero de Sergio Villordo, candidato a intendente del PJ en Quilmes y hombre de Aníbal Fernández. Después siguieron las críticas para Duhalde, Solá y el justicialismo bonaerense. “Si fuera por Duhalde ya habría aumento de tarifas, no habría anulación de las leyes de impunidad y se habría arreglado vergonzosamente con el FMI, al 4,5 por ciento del superávit”, dijo.
Un rato antes, Mosquera había hecho un repaso por la lista de diputados del PJ, a la que llamó un “aguantadero”. Para eso recordó los antecedentes de Ruckauf, como la firma del decreto que ordenó el aniquilamiento de la subversión, y de Hugo Toledo, quien también figura como candidato en latan discutida boleta. “A mí me tocó investigar el Banco Provincia, y descubrí que se habían llevado 117 millones de dólares”, dijo Mosquera sobre Toledo y el “microempresario” Américo Gualtieri.