El actual gobernador de Misiones, Carlos Rovira, aventaja por más de 15 puntos a su contrincante, Ramón Puerta, en lo que se ha presentado como el Boca-River electoral de los próximos tiempos. Rovira es apoyado por el presidente Néstor Kirchner, mientras que Puerta cuenta con el respaldo de Eduardo Duhalde y Carlos Menem. “Es cierto que el aparato del PJ es grande y poderoso y que juega a favor de Puerta, pero es casi imposible que dé vuelta una ventaja tan grande como la que hoy tiene Rovira, más aún teniendo en cuenta que tiene el respaldo del presidente Kirchner, que registra un 80 por ciento de opiniones favorables”, señaló a Página/12 el consultor Enrique Zuleta Puceiro.
Las conclusiones surgen de una encuesta de envergadura realizada por Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM), la empresa que lidera Zuleta. Se entrevistaron, en sus domicilios, 1500 personas de toda la provincia de Misiones. Se trata de una muestra muy grande que, además, abarca ciudades de menos de cinco mil habitantes, justamente en las que se dice que está el fuerte del justicialismo y de Puerta.
“En Misiones hay una ley de lemas que llega hasta los cargos municipales”, explica Zuleta, y “eso hace que haya analistas que consideren que habrá un arrastre municipal del aparato del PJ hacia la candidatura de Puerta. Nosotros discrepamos con esa visión y miramos las cosas de acuerdo con lo que percibimos en toda esta última tanda electoral. Los aparatos pueden influir mucho, pueden incluso producir desbordes de voto impensados, pero no los veo incidiendo en una diferencia tan amplia como la que nosotros registramos”.
Para Zuleta, los procesos electorales de este año han demostrado que no es fácil desbancar a los oficialismos. “Los gobernadores pudieron pagar los sueldos a los maestros, policías o empleados públicos. La coparticipación federal funciona y no se perciben grandes agujeros financieros. En ese marco, los gobernadores han ratificado su liderazgo consiguiendo la reelección para sí mismos o para algún delfín. Los únicos casos de ruptura se han producido cuando hubo algún escándalo de corrupción de envergadura –como fue el caso de Tierra del Fuego, donde terminó perdiendo el PJ– o a raíz de divisiones en los partidos. Además, en Misiones existe mucho optimismo sobre el futuro ya que hay perspectivas de inversiones en turismo, en desarrollo forestal y la gran mayoría de los misioneros piensan que existen buenas posibilidades para que todo el país mejore.”
En un sentido, la elección de Misiones se parece a la de Capital Federal. Se puede discutir si Ramón Puerta es igual a Carlos Menem, como se podía discutir si Macri era igual a Menem. En todo momento el presidente de Boca trató de apartarse de ese encasillamiento, pero no le fue fácil. Sucede que es la gente la que ubica a algunos candidatos del lado de Menem, y eso también forma parte de los costos que se asumen cuando se decide confrontar con Kirchner: el de enfrente, suele ser encasillado como menemista.
Cuando faltan nueve días para la elección, Puerta cuenta con el vasto aparato del PJ, totalmente jugado de su lado, en tanto que Rovira, como gobernador, tiene de su lado el aparato del gobierno provincial. Kirchner ha jugado sus fichas del lado de Rovira, convirtiendo la elección en una especie de plebiscito en la que está tácitamente planteado que se vota a favor o en contra del Presidente. Habrá que ver si la gente termina aceptando esa lógica que, hasta el momento, les ha permitido ganar a los candidatos más cercanos al primer mandatario.