La Policía Federal buscaba ayer al sacerdote Christian Von Wernich, asesor espiritual y cómplice de los policías que comandaba el represor Ramón Camps durante la última dictadura militar. El juez federal de La Plata Arnaldo Corazza declaró la inconstitucionalidad e invalidez de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y ordenó la detención del ex capellán por su participación en los delitos de privación ilegal de la libertad, torturas y homicidio calificado.
Von Wernich fue buscado ayer en un departamento de Puerto Madero y en la casa parroquial de Norberto de la Riestra, en el partido de 25 de Mayo, pero no fue encontrado.
Hace un mes, Von Wernich se presentó a declarar en el juicio por la Verdad platense y los jueces Leopoldo Schiffrin y Julio Reboredo dispusieron su arresto porque existía desde febrero una denuncia del fiscal Félix Crous que involucraba al sacerdote en crímenes cometidos durante la última dictadura en los centros clandestinos platenses. En esa oportunidad, Corazza, que se había declarado incompetente, dejó en libertad al ex capellán y luego la Cámara comprobó que el cura había dado un falso domicilio, ya que no vivía en la diócesis de 9 de Julio.
“El imputado desplegó una actividad voluntaria y consciente, dirigida a quebrar la voluntad de las víctimas, obtener información, procurar el silencio de las víctimas y sus familiares, desalentarlos de que buscaran ayuda, y con ello asegurar los fines perseguidos por la dictadura y la impunidad de él y sus cómplices”, sostuvo Crous en su denuncia.
Ayer, Corazza respondió a un pedido de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata, que reiteró el miércoles la solicitud de arresto de Von Wernich. El organismo hizo el reclamo después de que la Sala II de la Cámara ratificara la competencia del magistrado.
En el fallo, el juez señaló que la categoría de ilícitos por los que está acusado el sacerdote “repugnan la conciencia universal” y se encuentran reconocidos en nuestra Constitución Nacional. Añadió que en base a decisiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos “resulta indudable la responsabilidad estatal por el dictado de normas contrarias al deber de la persecución y sanción penal de los delitos de lesa humanidad”.
Al reclamar la detención del cura represor, la APDH platense citó el voto que hizo Schiffrin cuando la Cámara analizó la posibilidad de citar a indagatoria al ex comisario Miguel Etchecolatz: “Juez será quien, utilizando la potencia jurídica del Estado constitucional se aparte de la iniquidad y se pronuncie en desafío levantándose contra la impunidad”.
Von Wernich fue capellán de la Policía Bonaerense de Ramón Camps durante la última dictadura. Mientras se desempeñaba como asesor espiritual de los grupos de tareas de La Plata, no sólo proporcionó una supuesta justificación religiosa a los asesinos sino que fue un represor más. Luis Velazco, quien estuvo secuestrado en la Comisaría 5ª de La Plata, declaró: “El sacerdote Von Wernich nos visitó y nos dijo que no debíamos odiar. A pesar del miedo que teníamos no pude aguantar y le dije que difícilmente se podía sentir amor si había cinco personas torturándolo a uno. Contestó que nosotros debíamos pagar por lo que habíamos hecho, que debíamos pagar con torturas, con muertes o con lo que fuera necesario”. Héctor Baratti le preguntó qué tenía que pagar su hija, que tenía días. El sacerdote le respondió que “su hija pagaba por lo que habían hecho sus padres”. Héctor Baratti, su mujer Elena de la Cuadra y su hija Ana Libertad siguen desaparecidos. Son tres de los treinta casos en los que está involucrado Von Wernich.