Aníbal Ibarra tiene decidido realizar cambios en su gabinete, pero lo que empezó a analizar ahora –ya aplacada la euforia por su victoria frente a Mauricio Macri– es en qué momento hacerlos y a quién incorporar a la primera línea de su administración. El mismo jefe de Gobierno adelantó que la modificación de su elenco de colaboradores buscará reflejar la composición política de la coalición que armó para pelear su reelección. Los pocos dirigentes a los que consulta para esta clase de decisiones sostienen que, de todos modos, Ibarra no sacrificará eficiencia por acuerdos políticos y que, más allá de saldar los compromisos que tenga con sus socios, priorizará la gestión.
El tema del cambio de gabinete en la ciudad quedó instalado el mismo 14 de septiembre a la noche, una vez que se confirmó que Ibarra estaría otros cuatro años más al frente de la comuna. “Tal vez haya novedades en las próximas dos semanas”, se decía entonces en el Palacio San Miguel, donde los ibarristas aguardaron los resultados de las elecciones.
Es probable que Ibarra modifique la composición de su administración antes del comienzo de su nuevo mandato para adecuarla a la coalición con la cual consiguió su reelección, que incluye a los kirchneristas, el ARI, el socialismo y la CTA. Sin embargo, los cambios pueden llegar a demorar más de lo que se especuló en un principio.
Si bien es cierto que con Ibarra nunca se sabe porque hasta ahora siempre que realizó cambios en su gabinete logró mantenerlos en reserva hasta último momento y ahora promete hacer lo mismo, los comentarios que hacen sus colaboradores más cercanos dan la idea de que el jefe de Gobierno no tiene tanto apuro como sus socios. “Eso de que los cambios iban a ser por estos días es más de los otros integrantes de la coalición que de Ibarra”, aseguró a Página/12 un destacado ibarrista, quien arriesgó que tal vez no haya ninguna novedad hasta fines de octubre o noviembre.
En la Jefatura de Gobierno dan casi como un hecho que al kirchnerismo podrían darle la Secretaría de Obras Públicas. El hombre del Presidente que armará la nómina de los dirigentes de ese sector que podrían sumarse a la administración porteña es el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. El área de Desarrollo Social es otra de las posibilidades para los kirchneristas.
Ibarra también tiene otras secretarías para satisfacer los deseos de sus socios, además de la alternativa de modificar la estructura de su gobierno y de ofrecer puestos en la segunda línea de su administración. La radical Silvana Giúdice fue elegida como diputada y dejará Control Comunal, mientras que Ariel Schifrin abandonará Descentralización para asumir como legislador. También está Cultura, aunque Jorge Telerman podría mantenerla bajo su control aún siendo vicejefe de Gobierno.
Lo que Ibarra ya hizo saber es que no aceptará nominaciones a libro cerrado. “Si me proponen a alguien que no va para el área que necesito, tendrán que encontrar a la persona adecuada”, le escucharon decir en los últimos días.