Para muchos, hoy se inicia el tramo final del juicio oral por el atentado contra la AMIA. Es que empiezan a declarar los últimos testigos-clave: los hombres de la SIDE que estuvieron a cargo de la investigación. A la mañana está convocado Juan Carlos Legascue, quien se hizo pasar por agente del Mossad y se acercó al principal imputado proponiéndole que confiese la verdad en un libro, supuestamente a cambio de dinero. Más tarde debe declarar Rubén Maggiolo, uno de los integrantes de la llamada Sala Patria, cuya voz aparece en el contestador de la esposa de Telleldín hablando de un pago que se le hizo. Por último, comparecerá el segundo jefe de la Sala Patria, Alejandro Broussón, un hombre fundamental señalado como el que le pagó a Telleldín y protagonizó otros hechos decisivos de la investigación. El punto central es determinar si se armaron pistas falsas en el caso AMIA y si se le pagó a Carlos Telleldín para que inculpara verdadera o falsamente a los policías bonaerenses que están sentados en el banquillo de los acusados.
Los agentes y jefes de la SIDE estarán en el juicio oral debido a una decisión del gobierno nacional que revocó una resolución de Miguel Angel Toma, ex jefe de los espías, que prohibía revelar secretos de Estado. Kirchner firmó un decreto por el cual relevó a los hombres de la SIDE de ese secreto en aras de conocer la verdad sobre la investigación del caso.
Hace un mes, en el marco de un sumario interno de la SIDE, el agente Isaac García declaró que estuvo presente en una operación en la que se le pagó una cuota de 200.000 dólares a Telleldín para que aceptara declarar. Unos días más tarde, éste imputó a los policías bonaerenses. Según García, los tres convocados para hoy tuvieron que ver con la operación. El gran problema no es únicamente si se le pagó a Telleldín, sino establecer la verdad de lo que ocurrió en la pesquisa. Hay tres posturas:
- No faltan quienes consideran que el juez Juan José Galeano y la SIDE armaron una pista falsa, echándoles la culpa a los policías de colaborar con el atentado, entregándole a la sociedad un responsable del ataque.
- Hay quienes creen que la SIDE supo del atentado de antemano, infiltró al grupo terrorista y éste se les fue de las manos a último momento perpetrando el ataque. Para tapar el escándalo armaron las pistas falsas.
- Aunque a esta altura son minoría, están también los que sostienen que Galeano cometió gruesos errores pero que investigó con honestidad, aunque dejándose influir por el gobierno de Carlos Menem y la SIDE.
Estas son las cuestiones que se abordarán. Los agentes están relevados del secreto, pero habrá que ver si dicen la verdad o mantienen el pacto de silencio que rige hasta hoy.