Tras guardar silencio durante 24 horas, el presidente del Comité Nacional, Ernesto Sanz, evitó referirse concretamente al portazo de Elisa Carrió y se limitó a repetir casi como un mantra que se dedicará a “consolidar” la UCR y “fortalecer” el FA-Unen. En una entrevista abierta realizada a través de su perfil de Facebook, Sanz no desmintió a la chaqueña, quien había asegurado que el senador es el único presidenciable que coincide en su idea de buscar un acuerdo para competir con Mauricio Macri en las primarias del año próximo. Consultado por la decisión de Lilita, sostuvo que “el camino es largo, la CC sigue en el Frente Amplio Unen. No hay que perder de vista los verdaderos adversarios, que están en la Casa Rosada”. Sin confrontar, salió a defender a los dirigentes de su partido agredidos por la chaqueña. “Nadie puede poner en duda la honestidad de los dirigentes radicales que han sido cuestionados en las últimas horas”, afirmó Sanz, en respuesta a las acusaciones por supuestos casos de corrupción y vínculos con el narcotráfico que Carrió les endilgó a Julio Cobos, Ricardo Alfonsín, Eugenio “Nito” Artaza, entre otros. Desde la CC, en cambio, el diputado Fernando Sánchez volvió a denunciar que Cobos fue “financiado por la efedrina” al compartir la fórmula con Cristina Fernández en 2007.

El día de furia de Carrió, en el que anunció que se iba del espacio creado en abril, siguió generando reacciones tanto adentro como fuera. Cobos y Alfonsín fueron los primeros en salirle al cruce a la chaqueña, pero Sanz se llamó a silencio con el argumento de “contribuir a la serenidad”. Había sido el único que se salvó de las críticas de la líder de la CC, que en su raíd mediático reveló que el presidente de la UCR también quiere un acuerdo con el PRO. Consultado por Página/12 sobre estos dichos, Sanz respondió: “Quedó muy claro el lunes (en la cumbre de San Fernando): nuestro camino es fortalecer y potenciar el Frente Amplio Unen”.

En ninguno de los cinco puntos del documento aprobado en San Fernando se rechaza la posibilidad de hacer acuerdos con otras fuerzas del arco opositor. Con esa ambigüedad, las conclusiones fueron interpretadas según la postura de cada dirigente frente a la política de alianzas. Cobos y Alfonsín consideraron que ya no había chance para sumar al PRO o al Frente Renovador, mientras que los que pregonan una apertura mayor patearon la pelota hacia adelante. Cuando un usuario de Facebook le planteó ayer a Sanz la necesidad de hacer un “gran acuerdo” para derrotar al kirchnerismo, el jefe radical contestó: “Nuestro gran acuerdo es el Frente Amplio Unen. Además, vamos a desarrollar un acuerdo con otras fuerzas políticas basadas en iniciativas parlamentarias que faciliten la recuperación de la república, juzgar los casos de corrupción y entrar en un camino de bienestar y progreso”. Ese acuerdo con otras fuerzas políticas es interpretado en distintos sectores del FA-Unen como la base para un acuerdo electoral que termine en una primaria ampliada con el macrismo.

En este contexto, Sanz ratificó ayer que buscarán redefinir la conducción del frente, generando que la representatividad en las decisiones “sea proporcional al peso real de cada partido”. De esta manera, la UCR buscará conducir, junto al socialismo, al resto de los partidos que integran el frente, lo que podría relativizar también la opinión de los más críticos del acuerdo con el PRO.