EL PAíS › CRISTINA FERNáNDEZ DE KIRCHNER HABLó EN EL CIERRE DE LA CONVENCIóN DE LA CáMARA ARGENTINA DE LA CONSTRUCCIóN
En su reaparición pública luego de 23 días de reposo, la Presidenta reivindicó las políticas del Gobierno y criticó la falta de propuestas de la oposición. Aseguró que no cederá en la defensa “de los intereses de los argentinos”. Por Twitter se refirió a Bonadio.
› Por Nicolás Lantos
“A esta Presidenta ningún buitre financiero ni ningún carancho judicial la va a extorsionar en contra de los intereses de los argentinos”, afirmó Cristina Fernández de Kirchner en su retorno a la actividad pública luego de 23 días de reposo. La Presidenta reapareció en el acto de cierre de la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción con un discurso que combinó la defensa de las políticas del Gobierno con la crítica a la falta de propuestas de la oposición. Minutos después se refirió a Claudio Bonadio en su cuenta de Twitter. A través de esa red social, CFK reveló que Mansue S.A., una empresa de la que el juez federal es socio, “debe los balances por ejercicios cerrados” de los últimos dos años. “Igualito que Hotesur”, remarcó la mandataria y se preguntó: “¿Algún legislador o legisladora denunciará? ¿Qué dirá la prensa independiente?”.
En la convención CAC, en el Hotel Sheraton, el discurso de la mandataria tuvo, por primera vez, un tono claramente preelectoral. CFK se montó al hombro la campaña del peronismo de cara a los comicios del año próximo, confrontando con los candidatos presidenciales opositores y marcándoles el camino a los oficialistas, nuevamente desde el centro de escenario político. “La infraestructura social y económica debe ser una política de Estado –señaló–. Pero definir claramente, de cara a la sociedad, quién financia y cómo se financia esa infraestructura es una obligación de todos los que pretenden conducir la Argentina.”
La referencia presidencial a la extorsión de “los buitres y los caranchos” llegó después de que recordara que había leído que “un juez de Nevada llegó a un acuerdo de confidencialidad con los buitres sobre 123 cuentas que se adjudican a no se sabe quién. Tengo la intuición femenina –aseguró Cristina Kirchner– que no encontraron los nombres que buscaban o por ahí encontraron otros que no quieren dar a conocer. Sería bueno que ese juez lo haga”. Y ya de lleno en el tema, CFK destacó que de las 4040 cuentas de argentinos en Suiza, informadas por el banco HSBC, sólo estaban declaradas unas 125. “Como ven –concluyó– muchos de los dólares que faltan no salieron con toda legalidad de la Argentina.”
No hubo anuncios referidos a bonos ni eximiciones extraordinarias del Impuesto a las Ganancias; por el contrario, recordó que “los trabajadores argentinos siguen siendo los mejores remunerados en toda América latina” y que unos seiscientos millones de dólares, un veinticinco por ciento del total de divisas vendidas para ahorro, fue a asalariados en relación de dependencia con ingresos de entre siete mil quinientos y veinte mil pesos. “Los trabajadores siempre ponen el lomo, pero tienen que tener comprensión. En las principales economías europeas se está discutiendo hoy congelar salarios y flexibilización laboral”, manifestó la Presidenta, que también hizo un pedido de “cuidar todo lo logrado” hasta ahora.
La novedad fue que CFK apuntó a lo que va a suceder más allá de diciembre de 2015. Recordó que “antes se concebía a la infraestructura no como una inversión sino como un gasto público” y que el kirchnerismo “dio vuelta ese paradigma”, incluyendo a “millones de personas” a través del acceso a los servicios públicos escenciales. Y haciendo referencia a algo que había dicho más temprano el titular de la CAC, Gustavo Weiss, con quien mantuvo varios contrapuntos, señaló que si bien “es cierto que hoy todos los políticos están de acuerdo en que la obra de infraestructura es buena” para el país, “el problema es cómo se financia, y ahí es donde comienzan las diferencias”.
Como ejemplos, mencionó el plan de viviendas Pro.Cre.Ar, clave para mantener a flote el sector de la construcción y por el que se están fabricando más de 136 mil nuevas viviendas. “Todos aplauden el Pro.Cre.Ar, pero para poder darlo hubo que recuperar la administración de los recursos de los trabajadores que estaban en manos privadas.” Fernández de Kirchner apuntó: “No habría Pro.Cre.Ar si no hubiéramos recuperado las AFJP. Ahí no todos pensaban lo mismo. Ahí es donde comienzan a aparecer las diferencias con otras fuerzas políticas que dicen que hay que eliminar o bajar el Impuesto a las Ganancias, que hay que eliminar los derechos de exportación. ¿Entonces cómo financiamos?”, se preguntó.
En el mismo sentido recordó que el Frente para la Victoria fue la única fuerza que apoyó, en su momento, medidas como la estatización de la empresa de agua AySA y también la creación de Arsat, el emprendimiento aeroespacial que permitió poner recientemente un satélite en órbita, o la reestatización de YPF, mientras que la oposición en total o en buena parte se opuso a esas leyes cuando fueron tratadas en el Congreso. “La política debe dejar de ser un lugar de promesas, sino un lugar de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace –sostuvo–. Por eso nos gusta debatir proyectos, debatir ideas. Nosotros hablamos siempre de las cosas que hemos hecho: es lo mejor que puede hacer un gobierno.”
Ante un público compuesto en su mayor parte por funcionarios y empresarios, la Presidenta pidió identificar y comprometerse con “políticas de Estado” que no varíen con el cambio de cada gobierno. “Es importante que las obras tengan continuidad, no podemos tener más un elefante blanco”, dijo, en referencia al edificio que comenzó a construirse en el segundo mandato de Juan Domingo Perón y se interrumpió luego del golpe de Estado que lo depuso. “Cuando se empieza algo que es bueno para los argentinos, el siguiente gobierno lo tiene que seguir. Se necesita mucha sustentabilidad, mucha perseverancia y mucha continuidad en un proyecto. No se puede ir cambiando al tuntún porque así nos ha ido a los argentinos”, agregó.
Por eso, pidió a “todos los argentinos” hacer “un esfuerzo colectivo” para “concebirse como país, como nación, como proyecto”. Y dijo que “antes de leer el diario para ver cómo está” el país, cada uno debería fijarse “cómo está él, su balance, en lugar de fijarse en los medios, que crean un clima que muchas veces tienen que ver con generar expectativas” negativas con fines políticos. “Con esos profetas del fracaso y de la profecía autocumplida de que nos va a ir horrible”, completó.
Por último, destacó que “el grado de desendeudamiento” conseguido por el país durante los últimos años “da una solidez para ir por más”. Pero, advirtió, “no por más endeudamiento para cualquier cosa, sino para hacer obras” y para apuntalar “la producción nacional de insumos”. Por eso, les pidió CFK a los hombres de negocios presentes, “cuando se habla de economía no hablar de un solo sector, sino del conjunto, en carácter estratégico y aprendiendo del pasado” para evitar repetir los errores. “Hay que mirar por el espejo retrovisor para no volver a chocar el país”, concluyó.
Luego de reaparecer tras 23 días de licencia médica (“este año me tomé vacaciones en el Otamendi”, bromeó la Presidenta), Fernández de Kirchner tiene una agenda pública cargada de acá hasta el 10 de diciembre, cuando encabece, como acostumbra, el acto por el Día de los Derechos Humanos, en el que el oficialismo espera reunir en Plaza de Mayo a cientos de miles de personas en lo que funciona como una suerte de cierre político de cada año. Pero antes viajará a Ecuador, a la cumbre de Unasur. También, antes de fin de año, será anfitriona en el encuentro de jefes de Estado del Mercosur, que se llevará a cabo entre el 14 y el 18 de diciembre, en Paraná, Entre Ríos.
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