En su primer día de trabajo en la Rosada luego del viaje que realizó a Estados Unidos, el presidente Néstor Kirchner suspendió la gira que tenía previsto cumplir la semana próxima por Italia, Suiza y Alemania. Después de reunirse anoche con el canciller Rafael Bielsa, Kirchner resolvió que el miércoles próximo –cuando se suponía que debía estar en Europa– irá a Montevideo para almorzar con el presidente Jorge Batlle y Eduardo Duhalde, quien se instalará en la capital uruguaya para ejercer como primer mandatario del Mercosur.
Los motivos de la suspensión no quedaron del todo claros. No obstante, en Presidencia desmintieron que tuviera que ver con posibles respuestas de tenedores de bonos en default italianos y alemanes que se enojaron con la propuesta de reestructuración con una quita del 75 por ciento ofrecida por Argentina en la Asamblea del FMI en Dubai. Días atrás, un centenar de jubilados italianos protestaron frente a la Embajada argentina y fueron dispersados por la policía.
En ese sentido, hasta se había especulado con la posibilidad de que el Tango 01 fuera embargado en cuanto aterrizara en Europa, algo descartado debido a las leyes internacionales que regulan este tipo de controversias. “No tiene que ver con eso”, respondieron en la Rosada.
La agenda prevista incluía una reunión el martes 7 de octubre con el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, en Roma; al otro día, en Suiza, vería al premier Pascal Couchepin mientras que el jueves en Berlín se reencontraría con el canciller Gerhard Schroeder, a quien ya conoció durante la cumbre de gobiernos progresistas realizada en julio en Londres. En el día en Suiza estaba previsto que el Presidente hiciera una escapada a Interlaken, donde nació su bisabuela.
En los próximos días, entonces, Kirchner resolverá junto a la Cancillería la nueva fecha para el periplo europeo. Una posibilidad es que el viaje se haga en diciembre porque entre el 10 y el 12 de ese mes el Presidente viajará a Ginebra a la Cumbre Mundial sobre la Sociedad y la Información.