“Va a haber más cambios”, aseguró ayer el ministro de Justicia, Gustavo Beliz, consultado por el futuro de la Policía Federal luego de la decisión del Gobierno de despedir por corrupción al comisario Roberto Giacomino. Aunque confirmó que el vicejefe, Eduardo Prados, quedará interinamente a cargo, Beliz pidió una semana para anunciar la nueva conducción de la fuerza. Mientras, la Casa Rosada insistía en que la decisión del jueves es parte de una nueva política de tolerancia cero con la corrupción. “Se terminaron los días en que el Gobierno terminaba siendo cómplice de los sinvergüenzas”, aseguró el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
El jueves, el presidente Néstor Kirchner despidió a Giacomino, acusado de contratar la provisión de servicios informáticos para el Hospital Churruca sin licitación, con empresas de dos parientes a las que, además de pagarles sobreprecios, se les adelantó la mitad del precio a la firma del contrato, por lo que ayer el Gobierno presentó una denuncia ante la Justicia (ver aparte). Los presuntos desmanejos cometidos por Giacomino sorprendieron a la primera plana de la Rosada, que lo consideraba un policía eficiente y serio. “Había sobre él mucho consenso respecto de sus cualidades de policía, no existía ningún tipo de sospecha vinculada con hechos como el que vinimos a detectar”, confirmó ayer Fernández.
Despedido Giacomino, la jefatura policial quedó interinamente a cargo de Prados. Ayer, Beliz informó que “en el transcurso de los próximos siete días como mínimo” se anunciará el nombre del reemplazante de Giacomino. Sin embargo, muchos descuentan que se tratará del mismo Prados, que hasta el momento, pese a su condición de número dos, funcionaba como el hombre del Ministerio de Justicia en la Policía Federal. “Hay que analizarlo con mucha calma. Mientras tanto, queda a cargo la línea de sucesión natural”, explicó el funcionario.
Además, el ministro confirmó que junto a Giacomino serán despedidos otros policías. “El superintendente de Bienestar de la Federal, Raúl Pigretti, que debía controlar las contrataciones, y otros comisarios generales, quienes también tienen a su cargo varios casos de contrataciones. Esta investigación no es la única sino que estamos auditando otras áreas”, sostuvo Beliz. Y agregó que el Ministerio de Justicia estudia mecanismos para prevenir nuevos escándalos de este tipo. “Vamos a introducir una suerte de intervención administrativa civil en todo lo que sean las contrataciones y compras de la fuerza de seguridad”, explicó.
Finalmente, el ministro buscó transmitir tranquilidad a la policía, al afirmar que pese al escándalo de Giacomino el Gobierno está conforme con el desempeño de la fuerza. “En estos cuatro meses se trabajó muy bien con la policía y han respondido muy bien y ha bajado el delito en la Ciudad. Sería un mentiroso si dijera que algo de lo que nosotros ordenamos y bajamos como instrucción en el ámbito de la policía en materia de lucha contra el delito lo incumplieron”, dijo Beliz, que fue terminante al desmentir cualquier tipo de intranquilidad en la Federal. “Todo lo contrario”, afirmó.
Mientras Beliz anunciaba nuevos cambios, Fernández ratificaba la política oficial contra la corrupción. “Apenas se enteró, el Presidente resolvió la destitución del funcionario en la convicción de que todos esperen que ésta será la conducta del Gobierno cuando se detecte un delito. Cuando hay un corrupto hay que separarlo y no dejarlo que toque un segundo más algo del erario público. Este gobierno luchará contra la corrupción, no será cómplice de los sinvergüenzas”, señaló el jefe de Gabinete. “El policía es un servidor público y este tema no se cortó por los perejiles como hasta hace poco ocurría con los casos de corrupción en la Argentina. Las repercusiones deben ser muy positivas porque nosotros estamos apuntando a la cabeza, porque son los responsables de conducir una institución”, concluyó Beliz.