El kirchnerismo volvió a cruzar al gobernador bonaerense Daniel Scioli por su participación en un evento del Grupo Clarín. “O están con los grupos económicos mediáticos concentrados que conspiran contra los intereses del pueblo argentino o están con este proyecto político que ha transformado la Argentina”, señaló tajante ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. El gobernador entrerriano, Sergio Urribarri, aseguró que el ex motonauta representa “el riesgo de volver para atrás”. Por su parte, Scioli intentó sacarse de encima las críticas. Dijo que va a todos los eventos a los que lo invitan y aseguró que “la pelea entre los dirigentes no mejora la seguridad ni la educación, ni la salud a la gente”.

“Cada uno es responsable de sus propios actos. En la Argentina hay una contradicción muy clara y evidente, democracia versus corporaciones, y Clarín es una de ellas”, afirmó Capitanich estableciendo la línea divisoria entre lo que plantea el gobierno nacional y la actitud de Scioli de asistir a un evento del grupo de medios. “El Grupo Clarín es claro enemigo del pueblo argentino, de sus conquistas y quiere un candidato que sea su gerente corporativo”, agregó, apuntando al gobernador de Buenos Aires, que en los últimos días ya había empezado a recibir críticas de la mayoría de los precandidatos presidenciales del Frente para la Victoria.

Scioli participó el viernes del acto de lanzamiento del Espacio Clarín en Mar del Plata, donde se acercó a la actriz Fátima Florez, la imitadora de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, con quien se sacó una foto que fue fuertemente criticada. Al festejo habían asistido dirigentes de la oposición, como los radicales Ernesto Sanz y Eugenio “Nito” Artaza; la vicejefa de Gobierno porteño y precandidata del PRO para gobernar la provincia, María Eugenia Vidal, y el duhaldista secretario general del sindicato de peones rurales, Gerónimo Venegas.

“Daniel Scioli no da garantías de cuidar los logros ni de profundizarlos. No digo que es el pasado, pero sí representa el riesgo de volver atrás”, destacó Urribarri contra el mandatario con el que competirá en las PASO para la candidatura presidencial del FpV. En la misma línea, aseguró que “no ha demostrado en su carrera política, pararse y estar firme ante las presiones que ha tenido. No dudo de que pertenece a este espacio, pero indudablemente es distinto”. El mandatario entrerriano, que está en Mar del Plata, sostuvo que Scioli “quiere agradar a todo el mundo y en tiempos de crisis global los dirigentes políticos debemos tener definiciones claras”.

Otro dirigente que ratificó sus críticas fue el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. También precandidato presidencial, señaló que “hay cosas que tienen límites, no se puede en nombre del diálogo hacer cualquier cosa. Y sobre todo se merece respeto nuestra Presidenta, porque somos parte de un proyecto colectivo y se han hecho descalificaciones familiares y personales”.

Ante la catarata de críticas que cayeron sobre su espalda, Scioli debió salir a responder, aunque lo hizo con su impronta. “El FpV se nutre de una diversidad que necesita de la unidad de todos los sectores para consolidar los logros”, señaló en primer término. Después decidió correrse de la polémica al asegurar que “estamos en un momento de campaña, entonces uno dice una cosa, otro dice otra. Yo no me quiero apartar ni un milímetro de lo que a la gente le interesa, y la pelea entre los dirigentes no le mejora la seguridad, ni la educación, ni la salud. La gente quiere ver acciones concretas que traigan resultados.”

A pesar de los duros cuestionamientos internos, el gobernador bonaerense aseguró que su objetivo era “no perder el eje de lo que son hoy las principales inquietudes de la gente. Me preocupo y ocupo de temas como la seguridad, tranquilidad, en un marco de condiciones socioeconómicas que se han generado para que las familias puedan disfrutar sus merecidas vacaciones”.